julio 29, 2010

Romildo Risso Reseña autobiografica

El 15 de abril de 1897, le dijeron a mi madre:
-“Han tomado la Cañonera, pero don Luis se salvó en un bote”…
-Mentira ! ( respondió mi madre) Luis está muerto…
Mi madre no se había equivocado: el comandante Risso, con 5 hachazos, 2 balazos y muchas heridas menores, quedó “por muerto” y fue bajado a tierra, para “enterrarlo”…
Vivió, por milagro.
Lo que pensó mi madre, fue cierto para quienes actuaron en la lucha.
Yo tenía 14 años y jamás olvide esas palabras. Después comprendí exactamente lo que significaban: mi madre había pintado al hombre que conocía!
Los 15 de abril, él festejaba su 2º nacimiento, risueñamente; sin sentirse héroe: nunca se recordaron hazañas.
Tal vez por eso, aun veo en mi padre, sólo al hombre de quien fui “compañero”
Y tenía tanto de gaucho, que en estas páginas a cada instante siento su presencia.
Pero él no está en ninguna frase, en ningún hecho: es como una fuerza.
Lo es, puesto que obra en mí.
A la memoria de ese hombre, este libro.
ROMILDO RISSO diciembre de 1936
Dedicatoria al libro “Hombres”
editado por la comisión de Cultura Tradicionalista del Rio de la Plata-Buenos Aires 1937

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