julio 31, 2011

TIENTO SOBAO. Jose Alonso y Trelles

¿Que quién jué el curioso
que me dio este perro?
Naides; estos bichos, como el hombre sonso,
cuando los halagan se dan eyos mesmos.

Jue en un mes de agosto
de no sé qué invierno,
muy pocos días antes de morir de flaco,
mi cabayo overo.

Que cayó en mi rancho,
maltratao y rengo,
clavó en las mías sus pupilas tristes,
tus pupilas yenas de sombra y misterio.

¿Que de ande vendría?
¡Vaya uno a saber!...
¡Puede que viniese, como yo, del pago
de los desengaños y de los recuerdos!

Le tiré una achura,
y aunque estaba hambriento
sin hacerle caso, me miró de un modo
como si dijera: “No vengo por eso”.

Aunque sea sonsear
pensé yo por dentro:
¡Quién sabe si estos bichos no sufren de amores
y, como el cristiano, los matan los celos!...

Y viendo en tropiya
venir mis recuerdos,
le hice unas caricias y, desde esa tarde,
pa’ los dos alcanza mi pan y mi techo.

Mientras tomo mate
s’echa cerca el juego,
y cuando al dormirse siento que soyoza
como si al pasado lo golviese el sueño,

se enrieda en la trenza
de mis pensamientos
este tiento, suave de tanto saberlo,:
“Mujeres y perras... tuitas son lo mesmo".

COSAS DE VIEJO . Jose Alonso y Trelles

¡Que por qué ando yo ansina como enojao y triste!
¿Pa qué querés saberlo, mi linda flor de ceibo?...
Los días de verano, que son pa’l mozo aurora,
son tardes melancólicas pa’ los que van pa’ viejo.
Pa’ yo poder contarte la historia de mis penas,
tendría que ir dispacio pialando mis recuerdos...
Déjalos qu’el olvido los ate a su palenque
que yo pa’ dir guapiando ya no preciso d’ellos.

Más bien cabe un amargo de los que tú acostumbras
pa’ despuntar el vicio... Pa’ dir haciendo tiempo...
¡Quién sabe si algún día sin oírlo de mis labios,
sin oírlo de mis labios... no sabes porque peno!...
Pero hoy tuavía es temprano, pa qu’esa cabecita
que pide p’adornarse la roja flor de ceibo,
comprienda que se pueden hayar sobre l’almohada
tristezas que nos ahugan en vez de lindos sueños.

Cebá, cebame un mate, que yo, pa’ entristecerme
te vi’a contar un cuento
que aunque tuito es mentira
tal vez se te haga cierto...

Eya tuvo al principio pa’l payador amante,
en los ojos ternuras y en la boquita besos.
¡Eran como palomas que andan buscando el monte
p’hacer entre los sauces el nido de sus sueños!...
Dispués... ¿sabes, mi china, que está lindo tu mate?
¡Que está lindo tu mate, más lindo que mi cuento,
no des güelta la yerba, seguí, seguí cebando,
pa’ ver si se me apaga la sé que estoy sintiendo!...

Dispués... ¡Oígale al duro!...
¿Sabés que no me acuerdo?...
Mira, saca esa’stiya que est’haciendo humareda.
Me lloran ya los ojos... ¡Prestame tu pañuelo!...

De Vuelta (febrero 6 de 1898) ELIAS REGULES

En la verde inmensidad

Quedan los ayes grabados

Y ranchos abandonados

Lloran su cruel soledad.

La amargura fatalidad

Posa su garra pesada

Dejando senda marcada,

Entre zarzales y abrojos

Con rastros tibios y rojos

De la sangre derramada.



Pero, el iris aparece

Con majestad corpulenta,

Palpa su fin la tormenta,

Pierde vigor y fallece.

Un anhelo reverdece,

No se le puede olvidar;

Y al sentírsele vibrar,

Besando las banderolas

Para volver al hogar.



Así, Juan Pérez, soldado

De brava caballería,

Va en un moro de su cría

Rumbo al ranchito soñado.

Marcha, se acerca templado

Divisa con sus miradas

Las tranquilas hondonadas

De las costas de Marincho;

Y el moro lanza en un relincho

Con las orejas paradas



Galopa. Ya está cercano

El gozo que lo recrea,

Sujeta el flete, se apea

Y queda mudo el paisano.

En su semblante serrano

No muestra duelo ni palma,

Pero al buscarse la calma

Que lo consuele y reintegre,

Traga una lágrima alegre

Que la recoge en el alma.



Fue a combatir como bueno

Por sus puras convicciones,

Estrangulando afecciones

Que conservan en su seno

Cargo resuelto y sereno

Sin jamás retroceder;

Y jugó todo su haber,

Vendió sus horas felices,

Para ganar cicatrices

Al cumplir con su deber.



¡Pobre gaucho! - ¡Si al sacar

su sable por su bandera,

fuese algo más que escalera

donde otros van á pisar!

............................................

............................................

Los que lo saben buscar

Para hacer una patriada,

Sepan que aquella carnada

Suculenta y desprendida

Tiene una choza querida

Que no la cambia por nada.

ROMANCE DEL MALEVO-Osiris Rodriguez Castillos

Siempre quise tener un perro como la gente.
Al fin el tiempo y la esperanza,
me dieron uno; pero bien mirao,
era animal de malas pulgas... el malevo.


Yo no atrancaba la puerta
de mi rancho, ni durmiendo;
¿pa qué! si del lado de ajuera,
por malo que juese'l tiempo,
la enrejaba de colmillos
el coraje de mi perro!

Cimarrón; medio atigrao.
Lo hallé perdido en la sierra,
boquiando de agusanao.
Malo, como manga'e piedra!
Tuve que trairlo enlazao
pa curarle las bicheras.

Y... a'i se quedó: aquerenciao.
Compañero de horas lerdas...
Trotiando abajo'el estribo
ni carculaba las leguas!
y ande afluejaba la cincha,
se echaba a cuidar las priendas.

Eso sí ¿eh! Muy delicao!...
¿Manosiarlo? Ni le cuento!
Se ponía di ojo estraviao
y se l'erizaba'l pelo.
Con que... tenía bién ganao
su apelativo:"el Malevo".

Que animal capacitao
pal trabajo en campo abierto!
Había que verlo al mentao
trajinando en un rodeo...
De ser cristiano, clavao
qu'era dotor aquel perro!

¿Yo echar tropilla'l corral?
Le chiflaba entre dos dedos,
y embretaos en el chiflido
me los traiba clin al viento;
y era un abrojo, priendido
de los garrones de un trueno!

Una vuelta, bandiando tropa
con much'agua en el Río Negro,
cai quebrao di un apretón
entre un remolino e'cuernos
y me ganó la mollera
la oscuridá y el silencio...

Cuando volví a abrir los ojos,
cruzaba una nube'l cielo...
Gemidos y lametazos
llegaban como de lejos...
De repente compriendí!

Medio me senté en el suelo,
pa darle gracias:
"Hermano!
"d'esta, te quedo debiendo.
"No me halla ni el pan bendito
"si no me sacás, Malevo!
Y una inmensa gratitú
se me atracó en el garguero!!

Güeno; la cosa pasó.
Yo dentré pal casamiento.
Hice l'horno, la cocina...
Mi rancho estiró un alero
y en su chúcara clinera
charquió el arroró, y el rezo.

A los dos años, gatiaba
mi gurí sobre un pelego!
O andaba pol guardapatio,
priendido a las cruce'l perro;
ah! porqu'el me le sacó
las cosquillas al Malevo!

...Lo habrá tomao por cachorro
de su cría, el pendenciero...
Le soportaba imprudencias,
se priestaba pa sus juegos,
y ande amenazaba cáirse
se l'echaba abajo'el cuerpo!

La cosa jué tan de golpe
que hasta me parece cuento...
Jué dispués de un mediodía,
como pa fines d'enero:
Yo me había echao en el catre
pa descabezar un sueño;

La patrona, trajinaba...
prosiando con el borrego;
y un de repente, aquel grito
como de terror: "Rosendooo!"
y ya me pelé pal patio
manotiando el caronero.

Ella, estaba contra l'horno
tartamudiando en silencio;
tenía al gurisito, alzao,
tembloroso contra'l pecho;
y avanzando, agazapao
como una fiera, mi perro!

Enseñaba unos colmillos
como puñales! Los pelos
se le habían parao di un modo,
que costaba conocerlo;
y en las brasas de sus ojos
se habían quemao los recuerdos!

De un salto me puse enfrente:
le pegué el grito: "Malevo!"
lo ví soltar una baba;
-"Está rabioso, Rosendo!!"-
"No te me acerqués hermano!
"echá p'atrás! Juera perro!!"

Redepente me saltó:
ladié pa un costao el cuerpo,
sentí como que la mano
lo topaba contra el pecho,
y cayó; cuasi sin ruido;
como una jerga en el suelo...

...Cuando lo miré, los ojos
se le habían puesto muy güenos,
como dándome las gracias!
Se le acortaba el resuello!
Se arrastró, lamió mis pieses,
y... me brotó un lagriméo: ...

"No tenía pa elegir
"hermano! 'tabas enfermo...
"Jué pol cachorro ¿sabés?
"de nó no lo hubiera hecho!!"
Menió la cola una vez,
dos veces, y quedó muerto!

Por eso es que desde entonces
no me gusta tener perros;
y cuando voy de a caballo,
me parece que lo siento
trotear abajo'el estribo
trote y trote por el tiempo!

julio 26, 2011

ALGUNA VEZ. Santos Inzaurralde

No he escrito aun
el canto que yo quiero;
tal vez cuando mi voz
se nutra de silencios;
cuando en polvo tan sòlo
se conviertan mis sueños;
tal vez, en esa hora
serena y sin apremios,
ha de mover la pluma de algun pajaro,
la escritura total de mis desvelos.

julio 25, 2011

Mi programa- Juan Gualberto Godoy (1793-1864) Argentino

Desde ahora quiero entrar
en cuentas conmigo mismo,
por si llego a gobernar,
y mi cuenta he de sacar
aunque tachen de cinismo
mi manera de contar.


Ea pues, manos a la obra,
no perdamos tiempo en vano,
que al pobre y al soberano
jamás el tiempo les sobra,
como al Sudamericano.


Entraré pues en materia,
sin rodeos, ni escapadas,
porque andar con agachadas
me parece una miseria,
propia de almas mal templadas.


La política es en suma
el arte de gobernar;
pues bien, la he de examinar,
he de meterle la pluma
y ver lo que puede dar.


No en bambolla ni en honores
porque ésa es paja picada,
sino en moneda sellada,
o en efectivos valores:
lo demás no vale nada.


Daráme dinero y fama
esta empresa singular,
si a este examen puedo dar
el carácter del programa
con que yo he de gobernar.


Yo al menos así lo espero,
pero si, mi tal programa,
tan sólo me ha de dar fama,
y no me ha de dar dinero,
llévese el diablo mi trama.


¿La política qué importa
cuando no da qué comer,
casa, estancias y mujer,
y a la larga, o a la corta
no nos viene a enriquecer?


Política que así va
sólo es para los simplones,
que suplen los pantalones
poniéndose chiripá ,
y jamás tienen calzones.


En los veinte años pasados
la cosa no anduvo así;
que a muchos que conocí
pelados y muy pelados
hechos chiche después vi.


Y no es decir que robaron,
según mi cuenta analítica,
sino que de la política
los tales se aprovecharon,
en lo que no cabe crítica.


Pues mucho más he de hacer
que aquellos que hicieron más:
los he de dejar atrás,
y todo el mundo ha de ver
de lo que yo soy capaz.


A bien que si un ventarrón
de mi puesto me hace a un lado,
no habrá ningún desalmado
que pida devolución,
y lo apañado, apañado.


Que los pueblos sufrirán
me lo enseña la experiencia,
porque tanta es su paciencia,
que si de azotes les dan
los toman por penitencia.


¿Qué ha sido antes, en sustancia,
la República Argentina?
lo diré sin repugnancia:
cada provincia una estancia,
y cada estancia una mina.


Y si a mí me toca ser
alguna vez estanciero
¿por qué no he de ser minero,
y por lerdo he de perder
la ocasión de hacer dinero?


Los que la echan de modestos
de patriotas y de honrados,
son unos diablos menguados,
que subiendo a buenos puestos
mandan, y salen pelados.


Mas si el hombre de talento
estos títeres maneja,
estaca en pared no deja,
ni piedra sobre su asiento;
y a todos los empareja.


Elementos he de crearme
para marchar a mi objeto,
con un éxito completo,
sin que alguien pueda estorbarme,
llegar donde me prometo.


Los medios que yo emplearé
para tener servidores
y buenos sostenedores,
serán, ser de buena fe,
caporal de expoliadores.


Dejaré que cada empleado
pueda explotar su destino,
y desnudar al vecino,
sin temer ser acusado
de ladrón, ni de asesino.


Los bobos me ganaré
fundando fuertes y villas,
y edificando capillas,
cuidando que crean que
se pagan a mis costillas.


Y aunque un centavo no emplee
de mis haberes en esto,
no es fácil que haya un molesto
en la Sala, que desee
se me exija presupuesto.


Así quedará cubierto
todo el gasto que haya habido,
y el más leido y escribido
cuánto es no sabrá de cierto,
ni de qué caja ha salido.


Haré que los ciudadanos
entren todos a ejercicios,
para corregir los vicios,
y que por bienes mundanos
dejen de hacerse perjuicios.


Y mientras cada uno es santo
y se ocupa en obras pías,
siquiera por quince días,
nadie me estorbará en tanto,
el hacer yo de las mías.


Así, al mismo tiempo que hago
sin estorbos mi negocio
y a la religión me asocio,
guardo para echar un trago
y comer bien en el ocio.


Yo formaré compañías
para introducir ganado:
el costo lo hará el Estado,
las ganancias, seran mías
y hasta el capital empleado.


Caballos para el arreo
los vecinos los darán:
algunos los cobrarán;
pero, aunque parezca feo
otra vez no los verán.


Todo el pasto necesario
para engordar esta hacienda,
no buscaré quien lo venda,
lo pediré al vecindario,
y que la cuide y la atienda.


Si de mi familia alguno
me propone cambalache,
no haya miedo que me empache,
yo le daré tres por uno
y haré que se le despache.


Mas si otros me piden dos
por un animal de grasa,
diré, la hacienda está escasa,
y aunque me clamen por Dios,
le daré tres al de casa.


A estos arbitrios sencillos
que dan clientela y dinero,
agregarles otros quiero
que me llenen los bolsillos,
solo y sin un compañero.


Mantendré una guarnición
en los fuertes permanente,
y yo haré la provisión
de vestuario y mantención,
aunque la tropa reviente.


Y como a nadie le toca
hacer este negocito,
a muchos, por lo bonito,
se les hará agua la boca
por hacerlo, pero chito ...


Y no hay que andar con bullangas,
la cosa ha de ser asi;
porque yo entre el mí y el tí ,
sea por faldas o mangas,
me decido por el mí .


Una partida de juego
con carácter oficial,
es un rico mineral
de plata con que muy luego
podré reunir un caudal.


Todo consiste en el modo
con que la cosa maneje,
para que a salvo me deje
meter el brazo hasta el codo,
y que a todos empareje.


Si pierdo, debe jugarse
hasta haberme desquitado;
pero cuando haya ganado,
podrán todos levantarse,
cuando me haya levantado.


Ya se podrá comprender
que con tal procedimiento
es de apostar uno a ciento
a que no puedo perder;
y que es bueno el pensamiento.


¡Los diezmos!... ésa es mamada,
mistela con bizcochuelos;
eso es chupar caramelos;
hallar la breva pelada;
eso es miel sobre buñuelos.


Siendo yo gobernador,
y habiendo al remate entrado,
estoy bien asegurado
de ser el rematador,
sin que nadie haya pujado.


No habrá males pagadores
porque cada decurión
hará la recaudación,
para que los labradores
no intenten ocultación.


Siendo juez el que recaude
y siendo yo su fiscal,
será el recaudo cabal;
y cuidado que haya fraude
siquiera de medio real.


En cuanto a la cuatropea
la masa se contará,
y el diezmo se sacará
de lo que la masa sea,
y el fraude se evitará.


Por cualquiera triqui-traque ,
¡Zas! una contribución,
y la orden al decurión
que sin remisión la saque,
bajo de multa y prisión.


Y si de caballos es
deberán ser escogidos,
gordos, de talla y fornidos,
sanos de lomos y pies,
y además, bien parecidos.


Llega el momento de enviarlos
a los fuertes y cantones,
entonces por mancarrones
se cambian, para librarlos
de pícaros y ladrones.


A más, se logran dos cosas:
tener las fuerzas montadas,
y vender yo caballadas
gordas, sanas y famosas
que serán muy bien pagadas.


Si una provincia pastora
me tocare gobernar,
es entonces otro cantar;
la situación se mejora
y más se puede lucrar.


Ya verán que no me empampo
en materia de adquirir;
a la Sala iré a pedir
ocho mil leguas de campo,
y las he de conseguir.


Porque en esto de las Salas
he llegado a colegir
que no sabiendo elegir,
todas las Salas son malas,
porque saben resistir.


Pero cuando la elección
se hace con algún talento,
es la Sala un instrumento
que da la autorización
para hacer de una hasta ciento.


¡Qué agradable será andar
de estancia en estancia meses,
y vender a los ingleses,
sin dejar de gobernar,
los cueros de cien mil reses!


Y si llegare a faltar
ganado para el completo,
tirar al golpe un decreto
prohibiendo a todos matar,
hasta salir yo de aprieto.


Lo mismo es si saladero
tuviere yo establecido,
y estando comprometido,
que baje el ganado quiero
para no verme afligido.


Prohibo entonces trabajar
en todo otro saladero
que el mío; y sacar un cuero
ni aun para hacer un ijar,
o carona un estanciero.


Como con tal prohibición
ningún estanciero mata,
el que necesita plata
viene a hacer proposición,
y por lo que ofrezco trata.


Con sólo estas arterias
basta para enriquecer,
porque así vienen a ser
todas las estancias mías,
sin tenerlas que atender.


Sólo queda cierto punto
de la política usual
sin tocar, y sin el cual
de mi programa el conjunto
no quedaría cabal.


Este es el de la familia,
esa fuente de placer,
en que el goce y el deber,
se confunde y se concilia
entre el hombre y la mujer.


Y para que mis tareas,
trazadas con mano diestra,
puedan dar perfecta muestra
de los designios e ideas
que he lanzado a la palestra.


Y para que todos sepa
n cómo irán mis procederes
en materia de mujeres
y que dudas no les quepan
los reduzco a caracteres.


En materias femeniles
echaré también el resto,
sin tapujos, ni pretexto;
puesto que en las varoniles
dejo el pabellón bien puesto.


Imitaré a los romanos
sin detenerme en pamplinas,
y todas las argentinas
que pueda haber a las manos,
serán, para mí, Sabinas.


El más ridículo tuno
de cuantos me han precedido,
tres, cuatro, seis ha exhibido,
en público, sin que alguno
se diese por ofendido.


Y si a criticar llegaron
lo harían tan en secreto,
y de modo tan discreto,
que ocasión no presentaron
de tocarles el coleto.


¡Y los pueblos recibieron
este ejemplo, sin chistar
los curas, ni predicar
contra los que asi supieron
su grey escandalizar!


Esos mismos curas, antes,
llenos de celo divino,
proclamaron libertino
al que tuvo en sus estantes
la Biblia sin Belarmino.


¿Por qué toleró aquel mal
sin resollar el pastor?
porque era gobernador,
o era el señor general
el escandalizador.


Pues menos no quiero ser,
siendo también gobernante:
tendré diez, si esto es bastante,
y ciento, si es menester,
sin que ninguno se espante.


Así se puede vivir,
así se puede mandar,
y gozando preparar
un regular porvenir
exento de mendigar.


En fin, no por ganar fama
doy en una obra didáctica,
como en un manual de táctica,
la expresión en un programa,
de mi política práctica.


Y si es que a mi diligencia
ayuda un poco la suerte,
no me ha de coger la muerte,
sin poner en evidencia
lo que mi programa advierte.


Entonces he de cantar
en un arpa bien templada
y con voz muy entonada
la copla que he de dejar
al fin de éstas cónsignada,


Aprended flores de mi
lo que va de ayer a hoy:
ayer era un tararí
ved hoy la altura en que estoy
y qué maravilla soy.
aprended flores de mi.


En El Constitucional , N° 330, Mendoza, 30 de Enero de 1853.

Carta de MARTIN FIERRO a JUAN MANUEL BLANES, por el cuadro de los 33


Amigo don Juan Manuel,
que se halle, me alegraré,
sano del copete al pie.
Y perdone si en su carta
algún disparate ensarta
este servidor de usté.


Una suya recebí
punteada con todo esmero,
y al verlo tan cariñero
dije para mí, a este Blanes,
no hay oriental que le gane
como amigo verdadero.


Y aunque me diga atrevido
o que a la Luna le ladro,
como ese bicho taladro
que no sabe estarse quieto
en todas partes me meto
y me metí a ver "su cuadro".


Por supuesto, los diez pesos
los largué como el mejor,
yo no soy regatiador,
y ya dentré a ver después
los famosos "Treinta y tres"...
¡Ah, cuadro que da calor!


Me quedé medio azorao
al ver esa comitiva.
Lo miré de abajo arriba
pero, ¡que el diablo me lleve!,
si parece que se mueve
lo mesmo que cosa viva.


Encima le han colocao
un sol que valdrá un tesoro.
Lo habrán puesto, no lo inoro
como en el naipe español;
pues habrán dicho esos toros
"a todos alumbra el sol".


Y esa gente tan dispuesta
que su páis va a libertar,
no se le puede mirar
sin cobrarles afición...
¡Si hasta quisiera el mirón
poderlos acompañar!


Para mí, más conocida
es la gente subalterna;
mas se ve que quien gobierna
o lleva la dirección,
es un viejo petizón
que está allí abierto de piernas.


Tira el sombrero y el poncho
y levanta su bandera
como diciendo "Andequiera
que flamé se ha de triunfar,
vengo resuelto a peliar
y que me siga quien quiera."


Le está saliendo a los ojos
el fuego que el pecho encierra,
y señalando a la tierra
parece que va a decir:
"Hay que triunfar o morir,
muchachos, en esta guerra."


Y animando aquella gente
que a lidiar se precipita,
mientras se mueve y agita
con la proclama del viejo,
hay uno que dende lejos
le muestra una crucecita.


Cerca de él hay otro criollo
de poncho y de bota fina.
Se ve que en la tremolina
hará aujero si atropella,
ha agarrao la carabina
como pa darles con ella.


Al lao, el de camiseta,
ya deja ver que es soldao;
está muy arremangao
como hombre resuelto a todo,
se le conoce en el modo
que ha sido algún desalmao.


Hay otro de pantalón,
tirador bordao de seda;
que le resista quien pueda
cuando llegue a gritar ¡truco!
ha echao al hombro el trabuco
y se ha metido en la rueda.


De pantalón va también
otro de sombrero al lao;
es resuelto y animao
pero de un modo distinto:
tiene el naranjero al cinto
y parece más confiao.


Hay otro viejo gritando:
"¡A mí naides me aventaja;
en cuanto suene la caja
he de responder al grito!"
Tiene en la mano un corvito
que ha de estar como navaja.


Ese que está arrodillao
no me deja de gustar,
uno puede asigurar
que va a decir -cuando hable-
"Todos tienen que jurar
sobre la hoja de este sable."


Que ha de haber sido algún bravo,
en el ademán se alvierte;
y para estar de esa suerte,
dije yo, lo han elegido
o por ser más decidido
o por tener bota juerte.


Me gusta el de casaquín,
se le nota el movimiento
como que en ese momento
tira su sombrero arriba,
a tiempo que pega un "¡viva!"
medio loco de contento.


Pero entre tanto valiente
dende lejos se divisa
el que en mangas de camisa
se hace notar el primero.
Un gaucho más verdadero
no he visto, ni en los de Urquiza.


Espuela y botas de potro,
todo está como nacido;
es patriota decidido,
se ve que resuelto está;
para mejor, le ha salido
medio escaso el chiripá.


En el amor y en la guerra,
en todo habrá sido igual;
tiene, en trance tan formal,
el enemigo en contorno;
pero no olvidó el adorno
de cola de pavo-rial.


Le adivina la intención
todito aquel que lo vea;
para dentrar en pelea
revela hallarse dispuesto,
y de fantástico ha puesto
de dragona la manea.


Lleva su ropa y sus armas
como quien las sabe usar;
con gracia sabe arreglar,
su trabuco en la cintura;
muestra ser por la figura
sin asco para matar.


Y además de algunos otros,
me ha llamado la atención
uno que está en un rincón
como quien no dice nada,
se ha largao a la patriada,
descalzo y de pantalón.


Y yo, para mí, decía:
éstos hacen lo que deben;
y varones que se atreven
con voluntá decidida
a jugar ansí la vida,
tal vez ni cigarros lleven.


Van a libertar su páis,
peliando con valentía;
quizá ni ropa tendrían,
pero nada los sujeta;
hasta las mismas maletas
están, ¡ay!, medio vacías.


La carabina y el sable
que están tirados allí,
pensé yo al verlos así:
o alguno se ha hecho avestruz
o son de aquel de la cruz,
que los ha dejao allí.


A la distancia se llevan
el bote los marineros,
los mismos que lo trujieron
se retiran apuraos.
Ya se ve, que les hicieron
la compañía del horcao.


Parece que van diciendo:
"Áhí quedan sin esperanza,
y vámonos sin tardanza,
si viene juerza enemiga;
tal vez ninguno consiga
escapar de la matanza."


Yo los hubiera agarrao
a los que el bote se llevan;
justo es que a todo se atreva
el hombre que hace la guerra;
cuando pisaron en tierra
debió principiar la leva.


No meto en esta coplada
a todos, pa no cansarlo;
pero debo confesarlo,
amigo, y se lo confieso,
yo le saqué los diez pesos
al cuadro, tanto mirarlo.


Cuente si son "treinta y tres",
Si en mi cálculo no yerro:
con ésta mi carta cierro,
amigo, me planto aquí.
Ni Cristo pasó de allí
ni yo tampoco

Martín Fierro.

El amor de la estanciera (sainete)

Anónimo
Fuente: Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Literatura Argentina, Sección de documentos: 1ª serie -Teatro, tomo IV N° 1, Buenos Aires, Imprenta de la Universidad, 1925.

Noticia

El amor de la estanciera, procede de las postrimerías del siglo XVIII. El ejemplar manuscrito que aquí se reproduce, debe ser una de las copias que se hicieron para uso del consueta o cosa así. Varias de sus páginas están copiadas en papeles sellados con el sello de: "Carolus III. D.G. Hispanarium Rex: Valga para el Reinado de S.M. El Sr. D: CarlosIV. -Seis reales. -Sello segundo, seis reales, año de mil setecientos noventa y uno".
Tiene el sello de J.O.F. con tinta veinte años más moderna. No está rubricado por ningún censor, por ser obra demasiado conocida y aceptada por el público de la época.
Su estilo, su final y su desarrollo en general, lo mismo que sus burlas al portugués-brasilero (resabios de la pasada guerra, en tiempos del rey Carlos III, cuyo recuerdo estaba fresco), desmuestran su origen posterior a 1780 y anterior a 1795.
Consta el folleto de 24 hojas escritas a mano, cuyos caracteres bastante borrosos por acción de los años, son de letra cursiva inclinada. Cualquier suposición que se haga respecto al autor de este sainete, la juzgo imprudente y novelesca.
Este sainete figura en la carpeta número 825 de mi colección
Mariano G. Bosch
Noviembre de 1925

*** tomado de BIBLIOTECA CLARIN




Personas que hablan

JUANCHO PERUCHO
CHEPA
PANCHA, su madre
CANCHO, su padre
MARCOS FIGUEIRA, portugués

Acto único

Sale CANCHO.

CANCHO
Maldita sea la Yegua
andariega y relagada
que habia sido mañera
me ha perdido la manada.
Todo el campo he caminao
y muy cansado me hallo
lo que más siento es haora
que estropee mi caallo


Sale JUANCHO PERUCHO.

JUANCHO
(Desde fuera)
Lao sea Dios.


CANCHO
Apeese nomas.


JUANCHO
Todo el día he caminao,
y ya me buelbo azia tras,


CANCHO
A andado usted comprando


JUANCHO
Si señor, con este frio
De puro galopear
traigo el caallo rendido.


CANCHO
A encontrao un Alazan,
un Bayo y un Sebrunito,
un tordillo y un Picaso,
una Yegua mala Cara
con una Potranca obera,
un Redomon Gateado
y un Cojudo con Collera.


JUANCHO
Si, señor, según las señas
que su merse ha relatao
he encontrado esa manada
alla abajo en un bañao
Entre un pajonal estaba
un cojudito de paso,
un Cebruno Mancarron
con un Pangaré de paso.


CANCHO
Reparó amigo en el Yerro


JUANCHO
Si, Señor era redondo
con un cala monsito á un lado
Y otro metido en el fondo.


CANCHO
Mire uste, mi Yerro es este:
(hacelo en el suelo con el dedo)
tiene aquesta raya aqui
otra tiene a modo de arado
un cala monsito á su lado.


JUANCHO
Pues, Señor, de aquese Yerro
he visto unos animales
en aquel último Cerro:
con un [ tachado: aquel] empeño venia.


CANCHO
Diga pues amigo lo que trae,


JUANCHO
he andado galo peando.


CANCHO
Hable no mas.


JUANCHO
Siempre me bolveré atrás
porque señoa Chepa.


CANCHO
Acabe, pues, de una vez.


JUANCHO
La vide estar ordeñando,
cierto me parecio bien.


CANCHO
Y que pretende usted amigo
hable pues, no sea corto,


JUANCHO
Tengo mi hacienda y quisiera.
Pero si soy como un Potro,
no sé cómo he de decir,


CANCHO
Valiente hombre tan [ tachado: corto] callao!
acabe pues de parir.


JUANCHO
Decho tengo verguenza
esto es cosa de morir.
Por fin ya que uste me alumbra
quisiera a señoa Chepa
Presentarle un andador
y que su merce lo sepa
volveré pues otro dia
porque me hallo muy turbao
le traeré una ternera
porque prueve mi ganao.
(Vase)


Sale PANCHA.

CANCHO
Cierto vieja que quisiera
comunicaros mis cosas.


PANCHA
Siempre vos habeis de andar
con razones enfadosas
que teneis pues que decirme?


CANCHO
Mira, vieja respondona
No me quisiera enojar
Pero si otra vez me hablais
os tengo de patear
Atiende pues mujer vieja
Sabrás como a la muchacha
Me la ha pedido un amigo
Mozo que no tiene tacha
El es un buen enlazador
y boltea con primor
Al fin es Hombre de facha
Monta un redomon ligero
Y visarro lo sujeta
y aunque bellaquee mucho
Cierto lo pone Mazeta.
tiene sus buenos Caallos,
corredores, y de paso
Sobre todo un Malacara
que puede imitar al Pegaso
tiene sus treinta lecheras
que le han parido este año
y ha hecho porción de Quesos
Ricos y de buen tamaño
tiene sus ducientas reses
Gordas que se pueden ver
entre toros y Novillos
que es lo que hemos menester
por fin Pancha determino
dar ã nuestra Chepa estao
por cierto que este Mozo
esta muy enamorao.


PANCHA
Cancho mira lo que haceys
no te lleveis de marañas
que un Portugues la pretende
Por fin es hombre de España,
trae cosas que bender
de Cintas y Lenseria
Cierto, á mí me ha parecido
hombre de buenas partidas
ayer tarde llego al rancho
y le presentó unas ligas
El con migo se ha empeñao
para que à vos os lo diga.


CANCHO
Mujer, áquestos de España
Son todos medio bellacos
Mas vale un paisano Nuestro
Aunque tenga quatro trapos


PANCHA
Decime pues Hombre Viejo
Mas que ese es Juancho Perucho
Pues no veis que es un Salvaje
que no habla poco, ni mucho.


Sale CHEPA.

CHEPA
Mi Padre vengo adecirle
que un hombre le busca afuera


CANCHO
Veremos lo que me quiera


PANCHA
Vamos pues ã ordeñar Chepa.


Sale MARCOS FIGUEIRA.

MARCOS
Deus sea con vósé
Sior Cansio garramuño
Eu so Marcos Figueira
Huome qui no refunfuño
Eu quisiera qui voze
Me tumase pur su Erno
qui á fe, qui le Servirey
en Berano e En Iberno
vozé queire ser mi sogro
Casarei con sua filla
E li darei muitas cousas
e una pulera amarilla
So parente mui cercao
Dul gran Marquez de Rubeyra
que du Rex don Juan quinto
foy camareiro primeiro
tive algunas fanfurriñas
con un guapo Casticiau
E filo con sua folla
fuir a muitos malbadas.
Vein tudo su Abulario
de noso Rex Don Bastean
que con su gurrufeiro
Hade turnar a vivir
con sua folla en la mau
foy á precidu in um serro
y de seu Cavalo branco
tein seus estribus di ferro.
So cabaleiro fidalgo
de uha yente muy cumprida
teñe una gran Viola
Muito fermosa y lucida
Vusei tenerá un suyecto
por su herno de muito nome
Y se folgará tea Pancia
sendo sogra de un tal Home
tambien seu filla Chepina
Mei teñerá por seu criado
E venerarci seu graza
Sendo seu Marido unrado.


PANCHA
Que os parece Viejo Cancho
de este Mozo portugues


CANCHO
Que es un bellaco taimado
Y quiere engañarnos; pues
Amigo mi hija Chepa
con uste no ha de casar
Porque le tengo un marido
que habia sido de su andar
Y que decis vos Muchacha?


CHEPA
Mi padre muy cortés es
yo quisiera al portuguez.


CANCHO
Y vos Pancha que decís?


PANCHA
Visarro a las mara villas
trae su buena Guitarra
Sintas, pañuelos y Evillas
Tiene su recao nuebo
con cabezadas de plata
Mandil y Estribos de Bronce
que es lo que a Chepa le mata
bien podéis pues admitirlo.


CANCHO
Eso veremos despues
No se por que no me agrada
este mozo portuguez
El presume de nobleza
y me ha ensartado una historia
que para haver de explicarla
ya me falta la memoria:
Juancho Perucho es morrudo
Y sabe bien enlazar
y que quiera que no quiera
con Chepa se ha de casar
Vallese amigo à otra parte
Si quiere novia buscar
Porque ami hija Chepinga
No pretendo ahora casar


MARCOS
Tiu Cancio mire lo q' fala
que eu so Marcos Figueiras
fillo de Amarudi Ayala
e de Rufina Nogueira;
teño meu caudaliño
di facenda mui corrente
qui à dexei in um pobo
in caz de un meu Parente.


CANCHO
Por fin veremos amigo
lo que se ha de resolver
que quiero comunicarlo
con mi hija y mi muger.


MARCOS
Pasarei mas adiante
darei bolta ã las estanzas
e vendrei por a reposta
que certu nu habrá mudanza.
(Vase.)


CANCHO
Veni pues hija Chepinga
qual novio os parece bien


CHEPA
Mi Padre uste con mi Madre
Pueden escurrir a quien
El Portugues me acaricia
Y Juancho Perucho no;
Solo me dijo una tarde
Bien aya quien te pario


CANCHO
Y vos vieja que os-parece


PANCHA
El que este portuguez fuese;


CANCHO
Sois una vieja bellaca
Yo puesta ami parecer
pues por vida de mi aguela
Juancho Perucho hade ser


PANCHA
Miren que viejo tan malo
con sus locuras me mata
Cancho por que despreciais
aun hombre que tiene plata


CANCHO
Mira muger porfiada
siempre haveis de ser mañera
no me seas respondona
que os abrire la Moyera


PANCHA
que hombre tan malbado es este
Ya reviento de coraje
Mira Cancho lo que haceis
porque sois un gran salvaje.


CANCHO
Que modos son esos Pancha
Vieja de dos mil Diablos
Mirá que os daré de coses
Y lo juro por Sª Pablo


PANCHA
Que cozes me haveis de dar
Vos que sois un gran caallo
viejo chocho marrullero
Anda reñi con el Gallo


CANCHO
Pancha ya me conoceis
Mira que os he de boltear
Ya meteneis enfadado
Y os tengo de espolear
No me seais bachillera
Porque si desato el lazo
todo ese Cuerpo malvao
os tengo de hacer pedasos


PANCHA
Que habeis de hacer viejo sonso
Mira que os ira mui mal
Porque yo sabré arañaros
por fin sois un animal


CANCHO
Que decis maldita vieja
veras que, no soy cobarde


(Quiere pegarle y Chepa lo agarra.)

CHEPA
Mi padre, que es lo que hace
No aporree uste ami Madre
No le haga pues ningun caso
Mire que esta Apasionada
Yno suceda un fracaso
vayase por vida suya
y deje pues de reñir
que entre Marido y Muger
Algo es menester sufrir
Por la Virgen se lo pido
Madre de Dios del Pilar
Dejela porque ya es tarde
Y tenemos que ordeñar:


CANCHO
Quitateme alla Chepinga
Que te cases ya no quiero
Por Dios, que apuro lasaso
le he de desollar el Cuero


CHEPA
Vallase ª ordeñar mi Madre
No impaciente mas al Viejo
Porque de hecho está enojado
Tome pues mi Consejo


PANCHA
Voime por que este malvao
Me la tiene de pagar
Mas valiera que callara
Y me ayudara ª ordeñar.


CANCHO
Chepa yo voy asia el rio
a repuntar el ganao
hija mia cuando vuelba
ténme un costillar asado.
(Vase.)


Sale JUANCHO PERUCHO.

JUANCHO
Lao sea Dios


CHEPA
Ya viene pues este sonso
cierto me trae molida


JUANCHO
Coo le ba señoa Chepa,
Uste habia sido mi vida


CHEPA
Y vos sois un animal


JUANCHO
Tagueno


CHEPA
Sois un caallo con freno


JUANCHO
Tagueno


CHEPA
Chacho de suciedad lleno


JUANCHO
Tagueno


CHEPA
Puerco Bruto mui moreno


JUANCHO
Tagueno


CHEPA
Carnero metido en sieno


JUANCHO
Tagueno


CHEPA
Que pretendeis por aca


JUANCHO
A uste nomas


Sale CANCHO.

CANCHO
Estaba por aca amigo
Has visto Chepa mi sincha
que yo no la puedo hallar
Mira pues si me la hallas
mientras yo me pongo a mear
Coo le [va] amigo Juancho


JUANCHO
Assi no mas: bueno
Y señoa Pancha


CANCHO
Parece que está ordeñando


JUANCHO
Ay le traia un ternero
gordo que estaba mamando,
y paá señoa Chepa
traigo un caallo Picaso;
iba en ella vieja a Misa
yendo te melo dejó
por tanto que me queria
y mucho melo encargo
En su enfermedád penosa
toó se me iba en llorar
porq' con tantos descursos
cada instante iba â ( tachado: ensuciar) ensuciar
No se como tubo cuerpo
Paa vasiarse tanto
Pudriendo toda la cama
que era una cosa de encanto
Al fin Dios se la llebó
Y la fuimos à enterrar,
Pero tubo mucho amor
Al caallo de su andar,
Tengo una buena manaa
de caallos asiados
Y ligeros como un viento
Un corredor gateado
sobre todos un rosillo
Un castaño, y un rosado
Un Morillo, y un tordillo
un bello Alazán tostado
Pero ciento un malacara
Y un melado con un Bayo
son de mi mayor estima
Con un Pangare y un saino
A su mandao estan toos
señor Cancho hablo verdad
Yal dela señoa Chepa
que le tengo voluntad


CANCHO
Viva su merce mil años
Amigo Juancho Perucho
que ciento que lo estimamos
yo y mi hija Chepa mucho


CHEPA
Yo estimaba al portuguez
por el me andaba muriendo
pero ã este Juancho Perucho
Medio ya lo voy queriendo
Por fin es hombre de campo
y sabebien enlazar
El me cogerá las Bacas
y me ayudará á ordeñar


JUANCHO
Quisiera Señoa Chepa
ser su criao alentao,
Sepa que mucho la estimo
y que estoy a su mandao
Lo mismo digo a tia Pancha
Aunque no esta aqui presente
ya su padre Señor Cancho
con todos Sus Parientes


Sale tia PANCHA.

PANCHA
Que hace aqui Juancho Perucho
Que esta hablando con tu Padre
y tu por que no has venido
a ordeñar que ya estarde


CHEPA
Atraido una Ternera
paa uste gorda, y hermosa
Ya mi un caallo de paso
Bonito como una Roza


PANCHA
Cierto Chepa, q' parece
tebas haciendo ardiloza
Yate inclinas a Perucho
Porque tenes las Quimeras
Mas baliera que casaras
con Marcos delas Figueyras


CANCHO
Que es lo que hablais en secreto
Di Pancha eres el pecado
Mirá que me tienes ya
con tus cosas enfadado
Aqu está Juancho Perucho
el que tu yerno ha de ser
que es mi gusto, y el de Chepa
Por fin tiene que comer


JUANCHO
Yo tia Pancha de mis ojos
ha dias que ando muriendo
por ver a señoa Chepa
con mi caallo sintiendo
Ay le tengo a uste unos quesos
presentarselos quisiera
por vida suya los tome
Por que son de mis lecheras
tambien un poco de Charque
de un nouillo mui morrudo
que mate dias pasados
y cierto que era mui fornido:
A [ tachado: Señoa] Señior Cancho le tengo
un poco de Mantequilla
que hice ayer por la mañana
cierto gorda y amarilla,


MARCOS
Deus sea con voses


(Cancho habla de afuera.)

CANCHO
Apeese nomas
Valgate Barrabas
dentre pues
que cojea delos piez


MARCOS
(entra cojeando)
Teño dau uha rudada
u cavalo disparou
é cum suas fanfurriñas
Di un barrancu metirou
Trao as costas doentes
As pernas y as rudelas
e cum uhu pedra groza
Me tornei fora as moelas
Me poden facer a cama
Purque queiro discansar
Yque sua filla Chepa
que me beña ã descalzar
Suposto es mia muller
que õ depois de miña persoa
que ainda con un Bigairo
Disponeremos aboda


CANCHO
No le tengo dicho amigo
que con el no ha de casar
vallase pues aotra parte
que aqui no seha de curar
Mui confiado habia sido
No tenga tantas lisuras
Sin duda no me conoce
pues habla uste mil locuras,


MARCOS
Vuse me deu esperanzas
Pur isu bine directo
Pos querendo sua filla
Digu qui tudo esta feito


JUANCHO
Bien se puede ir amigo
Mire tome mi consejo
guardese pues de mis bolas
no ve que no quiere el viejo


MARCOS
Quein mete a vuse in isu
cuñose ã Marcos Figueiras


JUANCHO
Quien es ese jaqueton
que vera como lo enlaso
y lo arrastro p' el suelo
haciendolo mil pedasos [ sic ].


MARCOS
Sabe vuse con quem fala
qui con mi folla valente
teño feito tantes mortes
qui ya me teme a Yente
A un taz Faustino de Concas
un home muitu trapaseiro
le di una forte pancada
que le derribei u sombreiro
El era baicio de espardas
EdiNarices cumpridas
con seu fosiño di porco
Eu le fis â quitar sua vida
tenia as patas tortas
Me costou muitu trabaicio
Di valente curaje era
E me fuyó rua... bayro
Vendeus pedras pur vinto
y Porcos brabos inteiros
Caracaras purgaliñas
e levé muito dineiro
tamben purqui un Casticiau
Me tocó miña conteira
Saqué valente ã folla
E tiei pancada feira
Punta el uha espirgarda
E queriendu dis parar
De sosto mi insucieu tudo
y eti fui orinar
Eu lipidi pur as Chagas
Di neso Pay Yessus
por su Pasou divina
E por sua bindita Cruz
eu toum me quito á folla
e me tirou à baimla
Disendo perru manzanu
Fincate aqui de rudillas
Me fiso besar seus pes
E turnando á lebantar
Medis compre vosta follina
Yus la volverei a quitar
Tambein tuve uha Camurra
Y seus barraganerias
con un fidalgo muito brabo
E le fis á quitar sua vida
Easim seo Juancho Perucho
Eu la teño di levar
A mi Sra Chepina
Cum ela mi edi casar


JUANCHO
Ya le digo q'se calle
No me sea respondon
q'por vida de mi aguela
Le he de dar un bofeton


CHEPA
Por Dios que no riña vmd
Sr Marcos q' ya es tarde
Pues siempre me casare
Con quien quiera mi Padre
Yassi debalde se cansa
No me meta con Perucho
que habia sido el Diablo
y lo aporreará mucho
No faltará otra estanciera
con quien se pueda casar
Mas pulida y mas morruda
que mejor sepa ordeñar
Mire que enlaza mui bien
Y el solo boltea un toro
y le puede atropellar
con su Caallito Moro


PANCHA
Ya esto no tiene remedio
Amigo Marcos Figueiras
Porque el viejo es cabesudo
Y ha querido echarlo fuera


MARCOS
Butu ã Deus Sior Cancio
qui vusé mi fase enfadar
Y ten tumando miña folla
cum Chepa mi he decasar
no tein vusé que decir
De miñia nobre Pesoa
qui cum Chepina ha di ser
Logo si fará áboda
Vuse no me ha de sumbar
Qui el conto lo tiño vlido
Y antes quí veña a noite
teño di ser suo Marido


CANCHO
Que eslo que habla Portugues
desvergonzado tiñoso
que si lo cojo eun pie
lo he de arrojar en un pozo
vaya a la punta de un cuerno
que aquí no se hade casar
No me replique porque
Lo tengo de hacer mear


JUANCHO
Oyga el hombre portuguez
y qué mañero había sido
Por vida de Juancho Perucho
que lo he de [ tachado: hace] hechar en el Rio
Ya seque Chepa mequiere
El viejo, y vieja tambien
Y me toca defenderlos
por siempre jamas Amen.


MARCOS
Eu sacarey mi espingarda
pos no tein mas qu falar
Purque a esto Juancio Perucio
Eu li teñu di matar
(Saca una escopeta.)


PANCHA
Este hombre se ha vuelto loco
o se ha vevido está malo
traigame aca lapicana
que lo he de moler apalos
que esto Marcos Figueiras
han visto furia mas rara
Suelte luego la escopeta
o le arañaré la Cara


MARCOS
Deixemé por Deus tea Pancia
Qui si no me heidi casar
Pur ã vida di miu Pay
que lus teñu di matar
Veñan viram mis esforsos
us magunus estanceirus
Pois revento de valente
Eu les heidi quitar u cueiro


Sale CANCHO con un lazo JUANCHO con unas bolas CHEPA con una picana y PANCHA con el yerro de errar y todos cargan sobre MARCOS.

CANCHO
Muera el picaro atrevido


JUANCHO
Del ombu lo hemos de ahorcar


PANCHA
Le he de moler las costillas


CHEPA
La lengua le hede picar


MARCOS
Por Deus pido avoseés
E por sua bendita May
No me morran ni me aforquem
E por Jessus noso Pay
Casese u Juancio Perucio
con sua filla Chepiña
Eu cucinarei gostoso
e malerei ã fariña
servirei muy pontoal
en tudo õ que quisieren
e asinmandenme vosees
in luque gostosos foeren


CHEPA
Padre ya no le matemos
bastele su rendimiento
pues tan humilde se postra
y sirvale de escarmiento


CANCHO
Bien está ã cocinar valla
y disponga la comida
bien compuesta y sasonada
y la olla bien cosida


PANCHA
Que haga unos buenos guisados
Aitiene charque y menudos
Puede matar un carnero
Y haga un hervido morrudo


CHEPA
La Cabeza del Carnero
la puede poner á asar
Paá que coma Perucho
si lo hemos de festejar


JUANCHO
Sea mui en hora buena
Yo cabeza comere
y a la salu de mi Chepa
un tragito bebere


CANCHO
Conque amigo Juancho Perucho
uste quiere por esposa
a Chepa de Garramuño
hija de Pancha ardilosa


JUANCHO
Si señor casarme quiero
que el amor es un caallo
y ya me tiene rendido
no puedo pues sugetarlo


CHEPA
Pues yo estoy ya rebentando
Por casarme con Perucho
Por que estoy enamorada
Y el amor pica mucho.


CANCHO
Pues dense los dos las manos
Dios los haga bien casados
y les de un hijo morrudo
para que guarde el ganado.


MARCOS
Muitu u cosasoum padece
ardi como ua fugueira
pois mi quedu sin teer
ulido a tabaqueira
A ingrata Chepa qui y istu
Me morro di sentimentu
No e posibel que eu sane
Di isti disaire viulentu


PANCHA
Mi yerno Juancho Perucho
Goce por muchos años
en campañía de Chepa
y nunca pues le haga daño
Cuide usted su muger
y cuidela con el ser
que ella es Moza mui morruda
y sabe ordeñar y hacer quesos


JUANCHO
Dios se lo pague señoa
y le de salu cumplida
ya se que Chepa es fortacha
la quiero como ámi vida


CANCHO
Marcos baya á encender el fuego
mientras desuello el carnero
pise el agi con la sal
y labe bien el mortero


(Vase Cancho y Marcos.)

JUANCHO
Chepa ya eres mi muger
y yo vuestro Marido
Debalde has corcobeado
que ya mi puesto he cumplido
No te puedo encarecer
mi vida lo que te quiero
hija no puedo esplicarme
por fin yo por ti memuero


CHEPA
Amado Juancho Perucho
medio ya te voy queriendo
procura pues agradarme
que por ty me estoy muriendo
según el viejo mi padre
me aconseja que te quiera
te cuide con alma, y vida
como tu me lastimes


PANCHA
Juancho habeis deir al pueblo
y comprar manta y camisa
pollera, y unos zapatos
que llebe Chepinga a Misa
ella ordeñará las Bacas
vos las habeis de enlazar
Y en apritando los Quesos
te ha de espulgar, y peinar


CHEPA
Eso haré de buena gana
mas si quisiera comer
y el pelo sele endurece
siempre carnero ha de ser


Sale CANCHO.

CANCHO
Ya me parece que Marcos
A guisado la comida
bien podeis poner la Mesa
Bien asiada y pulida


Sale MARCOS.

MARCOS
Doña tia Pancia na Mesa
ya esta tudu cosiñadu
muitu terno, e sabruciñu
certu mui ben sasunadu


CHEPA
Y que es lo que ay que comer
Marcos que eslo que aguisado
paá regalar â Juancho
que es morrudo, y alentado


MARCOS
Teñu feito masamurra
cum locru di galiña
uasadu di carneiro
E ua boa perdisiña


(Ponen la meza y sale Marcos con los Platos, sientanse.)

CHEPA
Comé pues Juancho Perucho
Padre heche la bendicion
porque sú Merce es mas viejo
y el q tiene mas razon.


(ban comiendo.)

JUANCHO
Cierto mi señoa suegra
que la cabeza está rica
Por fin de mano deChepa
La tomaré por reliquia


CANCHO
Un sonsonete ha de ser
mi hijo Juan Perucho
A la salu de su Chepa
Porque ella lo estima mucho


JUANCHO
Vaya pues todos escuchen:
tanto es lo que te quiero Chepa mia
que por mirarte el alma me enguillotro
con mas fuerza que lo hace un potro
chucaro, y enlazado el primer día
Quedando como por verte seme enfria
La carne por mirar la detu cara
quedando yerto por tu vista rara
Elandose con migo la comida
son tus ojos dos flechas luminares
que al corasón me llegan sus heridas
espuelas que me pican los hijares
por fin ya la memoria es la perdida
Pues aun de mis caallos no me acuerdo
Ves aqui mi pasion encarecida


CHEPA
Debalde pareci sonso
por lindo, quando
se habia de mesquinar
Otró, che, no somos de esos
que en pie se van áorinar


JUANCHO
Chepa de mi corason
relata otro sonsonete ( sic )
que quiero ver por lamia
el primor de tu caletre


CHEPA
La fuerza del amor q' te he cobrado
es tanta q' no se como esplicarla
Si la encaresco el pecho se acobarda
y queda frío y como nieve elado
ya no cabe en mi loco pensamiento
el gusto que me endulta [ sic ] la Esperanza
de gozar una vida con tento
por tener de ti, Juancho, confianza
Mucho estimé el regalo q' me hiciste
del caallo picaso, manso, y bueno
con quien divertiré pesares tristes
Yo te presentaré un morrudo freno
y un caallito de mi andar cojudo
pues por ti muero y en tormentos peno.


CANCHO
Que ingenios tan soberanos
los dos lo han hecho mui bien
Mi bendición los alcance
por siempre jamas Amen.


PANCHA
Tambien la mia les hecho
Dios los conserve en sugracia
por los siglos delos siglos
siempre esten gordos degrasa.


MARCOS
Eu morro di sentimentu
o corason fas fariña
ynterrenme logo ao ponto
E poña ua crusesiña


CANCHO
Traiga su Guitarra Marcos
que un fandango hemos de hacer
y hade bailar Chepa, y Juancho
Cancho, y Pancha su muger.


MARCOS
(Saca la guitarra.)
Aqui istá pois ã viola,
mui disposta, y encurdada
tein uhas voces galañas
Efica muitu ben temprada


(Canta CANCHO.)
Mi Yerno Juancho Perucho,
con sus lecheras
y sus caallos viva
con su Estanciera


(Canta PANCHA.)
Viva mi hija Chepa
con su Marido
en paz y union perfecta
y gusto cumplido


(Canta JUANCHO.)
Viva vieja suegra
y mi señor suegro,
que con mi muger Chepa
mucho me alegro.


(Canta CHEPA.)
Tenga mi Padre y mi Madre,
paz con mi Espozo;
y yo mi caallo,
mucho reposo


(Canta MARCOS.)
Vivan todos Busedes
con paz cumprida,
que eu di sentimentu
Perdo ua vida


(Canta CANCHO y repiten TODOS.)
Aqui dió fin al Bayle
yel Casamiento
viva pues han quedado
todos contentos

julio 16, 2011

ROMANCE PARA UNA TROPILLA DE LUNAREJOS Montañes


Las flores de los cardales
surcen retazos de cielo
en esta mañana rubia
de sol, de trigo, y de perros

Y el rebozo de la melga
tiene olor a surco abierto
ande criba corazones
las pezuñas de los lerdos

El labrador empareja
la siembra que ese momento
la enyenò de "medias lunas"
la tropilla del lindero.

Ya se jueron en tropel
treinta potros lunarejos,
que sedientos de distancia
se van bebiendo los vientos.

Sobre el lomo de un camino
que viene dende muy lejos
llega montando un jinete
un pingo del mismo pelo

Y dos miradas se topan;
el odio salta en el pecho
y hay un rencor y un insulto
con un alambrao por medio.

- A ustè lo estaba esperando!
pa decirle que hace un tiempo
esa maldita tropilla
se me gana siembra adentro.

Se lo pido como amigo
como vecinos que semos
que acorrale esos ariscos
que andan mesmo que sin dueño.

- Sin dueño, no.(dijo el otro)
son de mi marca y de un pelo:
enlaze que es de su yerra
el que no sea lunarejo.

Y tenga en cuenta vecino
que no soy guri de pecho
pa aguantarle sus rezaos
que me hacen arder los ñervos.

Si siempre me le he callao
no es por miedo, es por rispeto
pa' no haber desavenencia
con un aparcero viejo

No se como a mi tropilla
le anda faltando cabresto
habiendo lenguas tan largas
pa charlar de un hombre gueno.

" Como pa cortar la ofensa
sacò el facon el labriego
y el otro del otro lao
tuvo el mesmo pensamiento.

Partido en tres a lo choclo
cae el poste contra el suelo
y arde un poncho de coraje
al chispiar de los aceros.

La boca dle sol, sedienta
bebe el sudor de los cuerpos
de los dos ni a media libra
hay quien remate el pellejo

De pronto el de la ropilla
mas joven, mas ventajero
deja un dijunto tumbao
bajo una ronda de cuervos

Vuelve a llevarse el camino
aquel pingo lunajero
y un rojo clavel se agranda
junto al corazon del muerto

La fianza paga tres libras
por a libertà del preos
por otras tres, reza el cura
- Al dijunto un Padre Nuestro.

Tuito jue por la tropilla
de malditos lunarejos.
Pero ...¿que sabe un bagual
ande empieza el campo ajeno?

ROMANCE PARA EL HIJO 'E NAIDES Raul Montañes


Alto,pechudo, fornido
hecho a golpes de coraje
el tiempo ha parido un hombre
que llaman "Hijo e'naides"

Era gurì "media lengua"
cuando vaiga a saber de ande
lo trujo a la puerta el' rancho
un camino de la tarde.

¿Se extravìo de las carretas
que se hunden en el paisaje?
¿por librarse de una culpa
lo tirò una mala madre?
¿Cualo juè el viento maldito
que arrastrò hasta un pago de hombre
un ser sin otro delito
que llamarse "Hijo 'e naides"?

Pero yo, Ciriaco OLmedo,
oriental por las dos partes
dormì una noche a lo perro
por darle el calor de un catre

Lo animè como a mis hijos
y no tenìa mi sangre.
Sufrì sus propios dolores
y no era de mi carne.
Se hizo juerte en el trabajo,
si hizo gueno con las aves
lo otro que aprendiò en la vida
se lo enseñè yo, su padre,
por que pa' Ciriaco Olmedo,
èl no es un "Hijo 'e naides".

Me lo ganè con cariño,
no con un rancho y un catre,
y èl me ganò con cariño
¡No hay deuda que no se pague!

Nada me debe por hijo,
nada le debo por padre,
¡Bendito sea el camino
que me lo trujo una tarde!

El año que estuve enfermo
solo sin ayuda 'e naides
arò, preparò la siembra
y sangraron los trigales
en la entraña generosa
de la santa tierra madre.

Pero mis hijos, los propios,
que son carne de mi carne
que son vida de mi vida,
que son sangre de mi sangre,
los llevò un viento dañino
a un remolino de naipes.

Uno jugò la verguenza
y aura lo tiene el alcalde
al rigor de cuatro estacas
esperando que declare.
¡Qu'en este mundo de Dios
no hay deuda que no se pague!

El otro que era ladròn,
en una noche azabache
al saltar un alambrao
pechò con cuatro sables
y ahi nomas perdiò la vida,
qu'es otro juego de naipes.

Aura yo, Ciriaco Olmedo,
me hice amigo e' la tarde
esperando qu'el camino
me traiga otro "Hijo e' naides"
como aquel que viene arriando
la tropilla de alazanes...

TAMANGO- RAUL MONTAÑES

Lonja amasada a rocìo
y a rigor de la madrugada
guardapie de los paisanos
en las horas de labranza

Siempre pare de a mellizos
el cuero sobòn del anca
y amamantandolos la aurora
con un vaho de tierra arada

Cuando el sol le hace cosquillas
al lomo de la mañana
han andao poco rastrojo
y han juntao mucha cascarria

Algun paisanito chusco
les apodò "cucarachas"
de ande los mire son feos
puro ojo, pelambre y guasca

Como duermen campo ajuera
cuasi siempre se emborrachan
con un brevaje de estrellas
que la noche les prepara
en las horas del silencio
cuando las nubes de nàcar
se caen al fondo del rio
por seguir la luna palida

Por eso andan bamboleando
y surco, arao, melga o rastra,
tuito se les güelve estrellas
hasta que el malvòn del alba
le pinta crestas de gallos
al lienzo de la distancia

Cuando pesa el mediodìa
de fijo que uno se cansa
y el otro por güen hermano
no sigue ni media cuarta.

¡Que le supura tierruca
de una oreja mal tarjada!
¡Que hay que jurgarle los ojos
con el clavo'e la picana!
Porque le ha dientrao pajullo
y la mlga sale chamba
que la tierra es una tosca
que la jornada es muy larga...
¡Al fin logran el descanso
colgaos en la enramada!

¡Tamangos! mellizos gauchos
andariegos como el agua
amamantaos de rocios
curtidos de madrugadas
ansi orejudos y feos
bajo el sol sobre la escarcha
sobre ustedes anda y crece
la grandeza de la Patria.

julio 15, 2011

TU Y YO .- NARCISO COLMAN PARAGUAYO-POESIA EN GUARANI

CHE HA NDE (ÑE'ẼPOTY JOYVÝPE)


(mitãrusu)
Karia'y juky
ma'ẽ sarory,
juru pukavy.
Upévako che

Karia'y porã
yvápe ĝuarã,
jehayhupyrã.
Upévako che.


Tyvyta jasy,
resa hũ porã
kuña rembiasy.
Upévako che.


Mitãrusumi
marangatuete,
mba'e potĩete.
Upévako che.


Mba'e potĩete
manduvi tygue
ñu moingoveha.
Upévako che.


Resa sakuape,
rova pukuete,
retyma ñepã.
Upévako nde.


Ava sarambi
rumby karape
rova karumbe.
Upévako nde.


Ropepi jo'a,
akã apu'a,
syva karapã.
Upévako nde.


Mboriahukuemi,
ao peteĩ,
sapatuve'ỹ.
Upévako nde.


Gríngo sapatu,
kasõ tujakue,
rova ko'ẽngue.
Upévako nde.


Rembera pokã,
rendyva atã,
rañyka puku.
Upévako nde.


Ajúra jare
kure joguaha,
yty reityha.
Upévako nde.


(mitãkuña)
Rova morotĩ,
chipa pyrai,
jovaheive'ỹ.
Upévako nde


Juru piriri
japu rereha
ñe'ẽ apoha.
Upévako nde.


Ava avovi
typycha pague
avati'ygue.
Upévako nde.


Mbatara ĝuaimi,
rova karumbe
jarara kurúpe
nde rejoguaite.


Kuarahy reike,
ára vaiete,
karugua puku.
Upévako nde.


Retyma aysy,
ju'i pakova,
reko tarova.
Upévako nde.


Kuarahy resẽ,
yvoty poty,
mbyja ro'y.
Upévako che.


Guata pyku'i,
rova tupãsy
rete mbokaja.
Upévako che.


Ropea rory,
amambái roky,
resa pykasu.
Upévako che.


Veve kuaaite,
guyra para'i,
sapukái po'i.
Upévako che.


Resã hũ porã
yvaporũ ayu
apyngua po'i.
Upévako che.


Reko kuñarã,
ñe'ẽ yvate,
rembe pytãite.
Upévako che.


(mokõive, joyvýpe)
Ha upeichavére
jajoayhuhaguére
jaikóne ojoapére
ñamano meve.




TÚ Y YO (POESÍA EN DÚO)




(muchacho)
Mozo simpático
de mirada tierna,
de boca sonriente.
Eso soy yo.


Lindo muchacho
destinado al cielo,
digno de amor.
Eso soy yo.


Cejas de luna,
de bellos ojos negros,
aflicción de mujer[1].
Eso soy yo.


Niño crecidito
de muy buen carácter,
cosa tan limpia.
Eso soy yo.


Muchachito
de barba naciente
[como] arveja tierna.
Eso soy yo.


Cosa tan limpia
[como] ex-manizal
que vivifica el campo.
Eso soy yo.


De ojos tuertos,
de cara muy larga,
de piernas torcidas.
Eso eres tú.


Persona desordenada
de cadera baja
[con] cara de tortuga.
Eso eres tú.


De párpados encimados,
de cabeza redonda,
de frente encorvada.
Eso eres tú.


Triste pobrecita,
de una sola ropa,
ya sin zapatos.
Eso eres tú.


Zapatos de extranjero,
[como] calzones viejos,
de cara amanecida.
Eso eres tú.


De labios escasos,[6]
de barba dura,
de quijada larga.
Eso eres tú.


De cuello sucio
parecido a un cerdo,[7]
recolector de basura.
Eso eres tú.


(muchacha)
De cara pálida
cual chipa semicocida,
de cara sin lavar.
Eso eres tú.


Boca de bocón,
fuente de mentiras
y de habladurías.
Eso eres tú.


Persona hirsuta,
escoba maltrecha,
mazorca vacía.
Eso eres tú.


Ave vieja abigarrada,
cara de tortuga
a una yarará clueca[2]
te pareces mucho.


Entrada de sol,
clima tan feo,
ciénaga extensa.
Eso eres tú.


De piernas gomosas,
rana de banano,
de vida alocada.
Eso eres tú.


Salida del sol,
capullo de flor,
frío de estrellas[3].
Eso soy yo.


Que camina como tortolita,[4]
[con] rostro de Virgen
[y] cuerpo de cocotero.
Eso soy yo.


De pestañas graciosas,
retoños de helecho,
ojos de paloma.
Eso soy yo.


Quien sabe volar,
pájaro a motitas,
de fino cantar.
Eso soy yo.


De ojos bien negros
[como] fruta madura[5]
[de] nariz fina.
Eso soy yo.


Carácter de mujer,
de altiva voz,
labios muy rojos.
Eso soy yo.


(ambos, en dúo)
Por más que así sea
porque nos amamos
hemos de andar juntos
hasta que muramos.


Obs.: La traducción al español, que es literal por cada verso, se brinda con fines exclusivamente didácticos, sin pretensiones poéticas. TOMADO DE:
http://poesiasenguarani.blogspot.com/search/label/NARCISO%20R.%20COLM%C3%81N

LOS JUGUETES JOSE MOROSOLI

Cuando mi madre estuvo grave, nosotros salimos de nuestro hogar. Mi abuela se llevó a mis hermanos más chicos y yo fui a la casa que era la más lujosa del pueblo. Mi compañero de banca vivía allí.

La casa no me gustó desde que llegué a ella.

La madre de mi compañero era una señora que andaba siempre recomendando silencio. Los criados eran serios y tristes. Hablaban como en secreto y se deslizaban por las piezas enormes como sombras. Las alfombras atenuaban los ruidos y las paredes tenían retratos de hombres graves, de caras apretadas por largas patillas.

Los niños jugaban en la sala de los juguetes sin hacer ruido. Fuera de aquella sala no se podía jugar. Estaba prohibido. Los juguetes estaban alineados cada uno en su lugar, como los frascos en las boticas.

Parecía que con aquellos juguetes no hubiera jugado nadie. Yo hasta entonces había jugado siempre con piedras, con tierra, con perros y con niños. Pero nunca con juguetes como aquellos. Como no podía vivir allí, mi padrino don Bernardo me llevó a su casa.

En lo de mi padrino había vacas, mulas, caballos, gallinas, un horno de cocer pan y un cobertizo para guardar el maíz y alfalfa. La cocina era grande como un barco. En el centro tenía un picadero de leña enterrado en el suelo. Cerca de la chimenea una llanta de carreta reunía pavas, parrillas y hombres. Pájaros y gallinas entraban y salían.

Mi padrino se levantaba a las cinco de la mañana, y comenzaba a partir la leña. Los golpes que daba con elhacha resonaban por toda la casa. Una vaca mimosa venía hasta la puerta y mugía apenas lo veía. Luego un concierto de golpes, balidos, gritos, cacarear y batir de las alas, conmovían la casa. A veces al entrar en las piezas, el vuelo asustado de un pájaro que se sorprendía nos paraba indecisos. Era una casa viva y trepidante.

La leche espumosa y el pan casero, suave y dorado, nos acercaba a todos a la mesa como a un altar.

Nuestras mañanas transcurrían en el granero oloroso de alfalfa. De unos agujeros altos, que el sol perforaba, caían hacia el piso unas listas de luz donde danzaba el polvo.

Las ratoneras entraban y salían por todos lados, pues allí había muchísimas.

En casa de mi padrino supe que los juguetes y los juegos que hacen felices a los niños no están en las jugueterías.

PAYADOR ATAHUALPA YUPANQUI

Trovero de la Pampa. Periodista y poeta.
Caminador de verso, guitarra y melodía.
Tú le acercaste el mundo al solitario.
Juntaste pueblos, vidas, heroísmos, pesares.
Para que los hombres de la pampa
la sintieran vivir dentro de ellos.

Eran tiempos difíciles aquellos.
Los hombres vivían como el caracol
metidos en sí mismos.
Cuánta distancia entre los dos silencios
de dos llaneros bajo la Cruz del Sur.

Bajo las estrellas, tu voz áspera y ronca.
Voz de macho,decía cosas de un mundo
de paisanos,caballos, pialadas y galopes.
Y también cosas de Patria, amistad, sentimiento.

Cicatriz en el rostro tehuelche de la Pampa
fueron las sendas tuyas, entre cardos y tréboles.
A tu guitarra también naciéronle caminos
de estilos y cielitos, vidalitas y cifras.

Hoy vives, todavía, sin guitarra y sin voz.
En la esquina más quieta del silencio.

Ya no hay distancia.Ya todo está cerca.
El hombre, la noticia, el paisaje.
Ya no tendría sentido tu galope pampeano.
Quizá nadie, de pie como los álamos
escucharía tu canto de narrador viajero.

Acaso algún ombú, de los que quedan
quiera poner un beso de amor en tu guitarra.
En este hoy dolido de motores y urgencias.
En esta nueva vida de acero y cemento.
Solo serás la sombra para los que tenemos
un abuelo y su lanza bajo la tierra nuestra.

En la memoria fiel del corazón
Guardamos el aroma de un yuyito del campo.
Guardamos un embrujo de luna y vidalita.
Y el eco de un galope.Y un rumor de guitarra
Y una voz que camina leguas en nuestra sangre¡Payador!

Del libro: "Guitarra. Poesías y cantares argentinos"

El Gaucho Martin Fierro- CAPITULO 1


Aquí me pongo a cantar
Al compás de la vigüela,
que el hombre que lo desvela
una pena estrordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuela.

Pido a los santos del cielo
que ayuden mi pensamiento:
les pido en este momento
que voy a cantar mi historia
me refresquen la memoria
y aclaren mi entendimiento.

Vengan santos milagrosos,
vengan todos en mi ayuda
que la lengua se me añuda
y se me turba la vista;
pido a mi Dios que me asista
en una ocasión tan ruda.

Yo he visto muchos cantores,
con famas bien otenidas
y que despues de alquiridas
no las quieren sustentar:
parece que sin largar
se cansaron en partidas.

Mas ande otro criollo pasa
Martin Fierro ha de pasar;
nada lo hace recular
ni las fantasmas lo espantan,
y dende que todos cantan
yo tambien quiero cantar.

Cantando me he de morir,
cantando me han de enterrar
y cantando he de llegar
al pie del eterno Padre;
dende el vientre de mi madre
vine a este mundo a cantar.

Que no se trabe mi lengua
ni me falte la palabra;
el cantar mi gloria labra
y, poniéndomé a cantar,
cantando me han de encontrar
aunque la tierra se abra.

Me siento en el plan de un bajo
a cantar un argumento;
como si soplara el viento
hago tiritar los pastos.
Con oros, copas y bastos
juega alli mi pensamiento.

Yo no soy cantor letrao
mas si me pongo a cantar
no tengo cuándo acabar
y me envejezco cantando:
las coplas me van brotando
como agua de manantial.

Con la guitarra en la mano
ni las moscas se me arriman;
naides me pone el pie encima,
y, cuando el pecho se entona,
hago gemir a la prima
y llorar a la bordona.

Yo soy toro en mi rodeo
y torazo en rodeo ajeno;
siempre me tuve por güeno
y si me quieren probar,
salgan otros a cantar
y veremos quién es menos

No me hago al lao de la güeya
aunque vengan degollando;
con los blandos yo soy blando
y soy duro con los duros,
y ninguno en un apuro
me ha visto andar tutubiando.

En el peligro !qué Cristos!
el corazón se me enancha,
pues toda la tierra es cancha,
y de eso naides se asombre;
el que se tiene por hombre
ande quiera hace pata ancha.

Soy gaucho, y entiéndaló
como mi lengua lo esplica:
para mi la tierra es chica
y pudiera ser mayor;
ni la víbora me pica
ni quema mi frente el sol.

Nací como nace el peje
en el fondo de la mar;
naides me puede quitar
aquello que Dios me dio:
lo que al mundo truje yo
del mundo lo he de llevar.

Mi gloria es vivir tan libre
como el pájaro del cielo;
no hago nido en este suelo
ande hay tanto que sufrir,
y naides me ha de seguir
cuando yo remuento el vuelo.

Yo no tengo en el amor
quien me venga con querellas;
como esas aves tan bellas
que saltan de rama en rama,
yo hago en el trébol mi cama,
y me cubren las estrellas.

Y sepan cuantos escuchan
de mis penas el relato
que nunca peleo ni mato
sino por necesidá
y que a tanta alversidá
sólo me arrojó el mal trato.

Y atiendan la relación
que hace un gaucho perseguido,
que padre y marido ha sido
empeñoso y diligente,
y sin embargo la gente
lo tiene por un bandido.

EL SAUCE- FERNAN SILVA VALDES


El sauce es el afiche de la melancolía;
sella sus aptitudes un luto espiritual;
vive ensayando un gesto cansado de apatía
y verano e invierno le resultan igual.

El sauce me parece el bohemio de la flora;
con su melena rítmica él barre su solar;
a mediodía sueña, a mediodía llora,
y lo demás del tiempo lo emplea en meditar.

El viento lo despeina en desiguales blondas.
La laguna es el paño de sus lágrimas hondas.
En su historia hay dos hechos de amor y de emoción

que son dos sensaciones en su vida sin ruido:
un pájaro, que hizo entre sus ramas nido,
y un hombre, que en el tronco le grabó un corazón.

EL INDIO Fernan Silva Valdes



Venía
...no se sabe de dónde.
Usaba vincha como el benteveo,
y penacho como el cardenal.
Si no sabía de patrias sabía de querencias.
Lo encontró el español establecido:
pescador en los ríos, cazador en los bosques,
bravío en todas partes y cerrándole el paso
con arreos de guerra, vivo o muerto;
siempre como un estorbo, siempre como una cuña
entre él y el horizonte.

Modelado en barro de rebeldías,
pasa como una sombra, desnudo y ágil,
por los senderos ásperos de la Leyenda.
Esbelto, musculoso, retobado en hastío,
entre el cobre y el rojo estaba su color;
una señal de guerra le hacía punta a su instinto
y entonces, por sus venas
en vez de correr sangre, corría sol.

Estético instintivo
se ponía en el rostro los más vivos colores,
y en la cabeza plumas, como las aves bellas;
si el exceso de adornos no lo hacía más indio
cuanto más se adornaba se sentía más hombre.

Señor de la comarca,
por un pleito de caza con la tribu vecina
blandía su coraje afilado en el viento;
como los troncos de la flora indígena
era dulce por fuera y era duro por dentro;
su única dulzura temblaba en su lenguaje,
como en las ramas de la flora india
tiemblan las pitangas.

Vadeaba los arroyos en canoas;
entraba a las querencias de las fieras
o ambulaba durante varias lunas
en una aspiración horizontal
-curtido de intemperie,
rojo de sol o húmedo de tormentas-
en los días rayados de chicharras
o en las noches tubianas de relámpagos.

La conquista española enderezó sus rumbos:
y las tribus que erraban por rutas diferentes
se ataron en un haz, alrededor de un jefe,
para rodar a un tiempo como las boleadoras.
No sabía reír ni sabía llorar;
bramaba en la pelea como los pumas
y moría sin ruido, cuando mucho
con un temblor de plumas, como mueren los pájaros.

LA COMETA


Empieza a hacer calorcito
ya viene la primavera,
se fue el tiempo de los trompos
y llega el de las cometas.

Frente a casa hay un campito
que dicen no tiene dueño;
ahí me voy los domingos
a remontar mi lucero.

Y lo remonto y lo aflojo
hasta hacerlo tocar tierra.
Que lindas son las cometas:
Aflojale que colea!!!

Veinte tiritas de trapo
lleva la cola lo menos:
trapo que en casa se pierde
mamá lo encuentra en el cielo.

Vengan a ver mi lucero
cuando está bien serenito,
por intermedio del hilo
le mando una carta al cielo.

ROMANCE DE LOS CUATRO CABALLOS NEGROS FERNAN SILVA VALDES



Tuve tropilla de un pelo ,
Yo también como el mejor...
...¡Yo también como el mejor!
Tropilla de pelo oscuro,
Mesmito como el dolor;
Oscuras como mis penas,
Oscura como mi suerte...
En el pago la llamaban
¨La tropilla de la Muerte ¨.

Cuatro píngos todos negros,
Justo como pa´ un entierro;
Cuatro píngos todos negros,
Como pa´ cinchar un muerto...

Más todos en su negrura
Tenían su pinta clara,
Como una estrella en la noche,
Como el lucero en el alba.

Uno tenía el pico blanco;
Otro, la mano vendada;
Otro, una estrella en la frente,
Como manchao de esperanza;
Otro, con un lunarejo
Mesmo en el medio del anca,
Como llevando pa´ siempre
Enancada una Luz Mala.

¡Vos, china, sos negra del alma!
¡Negras, como mis caballos!
¡Bien oscurita por dentro
y con el cuerpo bien blanco!
¡Blanco tu cuerpo, y oscura
como mis píngos tu alma!
¡Parecés de mi tropilla,
Perdoná la comparancia!Ver más

julio 14, 2011

HECTOR UMPIERREZ .LOS MOROS DE LA HISTORIA



La tranquera del corral
Abra pa'dentro paisano
No sea que meta la mano
En la cimbra algun bagual
Ya que en el tropel infernal
Se viene la bagualada
Al centro en ronda cerrada
Van a caer en borbollón
Para que elija el patrón
Un moro en la caballada.


Entró un morito pizarra
Haciendo punta en el lote
Tirando al aire algun bote
Como pidiendo las garras.
Como cuerda de guitarra
Vibró en el aire un “trenzao”
Ni bien la armada ha “cerrao”
Del morito sobre el cuello
Quedó al caer sin resuello
Sobre el suelo “embozalao”.


Mostrar al pararse la lengua
Tras de samarrear el coco
Que iba a ser de aquellos pocos
Que suelen parir las yeguas
Y ahí nomas sin darle tregua
Lo sacaron del corrar
Aquel precioso animal
De cola larga y tupida
Y clinera parecida
A un salvaje matorral.


Me gusta por las orejas
Que tienen forma e´ tijera
Como el que montó Rivera
O el Gral. Lavalleja.
Moros que en la Patria Vieja
Traían origen de Arabia
Cuantan que ciego de rabia
Cargó en combate al Toro
Coraje montando un moro
En Arbolito un Saravia.


Y en la historia del camino
Levanta la “polvadera”
Aquel morito que fuera
Del bravo Martín Aquino
Al que una noche el destino
En trampa se lo convierte
Y el morito de su suerte
Que fue su amigo mejor
Encontró en el manedor
La sorpresa de su muerte.


Y dicen que el uruguayo
Caudillo cuando moría
Por su caballo pedía.
“Traiganme a mi caballo”
Después bajo un paraguayo
Sol, que se hunde en lontananza
Un triste cortejo avanza
En un doloroso lloro
Y Ansina gime en el moro
Su amarga desesperanza.


Y entre moros de caudillos
Ahí anda el de Wenceslao
Que dicen que ha derrotado
Al pampero sobre el trillo
Tiene fama ese potrillo
De ganar por ande quiera
Y en fiestas de guitarrones
De mechón y cola atada
Se le vío en las enramadas
“maneao” las noches enteras.


Hasta el gaucho su decoro
Por el ante el indio olvida
Al decirle mi querida
“Te doy volverme mi moro”
De Fierro se fue en su tesoro
Fue su crédito su luz
El gran compañero en sus
Horas de honda desventura
Del moro en la sepulta
Se bajó a rezar por Cruz.


Como el poeta de marras
Tambien estoy en la vida
Con el alma bien prendida
A un moro y a una guitarra
Es bien “azulao” pizarra
El flete de mis desvelos
Rogar con el alma suelo
Pidiendole a Tata Dios
Que al llamar llame a los dos
Pa'dirme a caballo al cielo.


Letra: Hector Umpierrez
Música: Santiago Chalar