marzo 30, 2024

LA JINETEADA Enrique Zorrilla- canta Grupo Cerno


LA JINETEADA





Andaba por esos días
bastante envalentonao
hacía poco que un montao
repuntándola de cría,
me mostró lo que sabía
y le aguanté la tacada;
ya me gustó la gauchada
pa probarme en un bagual,
por gurupa y por bozal
iba a jugarme la parada.

Me topé con un tostao
marca de "Las Dos Horquetas"
con unas brutas paletas,
buen hueso y bien aplomao
habia sido manoseao
y el bocado conocía;
con eso ya se sabía
que era buen cabresteador:
¡lo mejor de lo mejor
pa lo que yo lo quería!

Lindo el alazán tostao
pa poblarselé en el lomo
yo no supe ni se como
me le salí enhorquetado.
Estaba como invernao
de pelo corto y lustroso,
mansejón pero nervioso,
las dos vistas le vendaron,
y la gurupa afirmaron
sobre el lomo resbaloso.

Me espolé que habia ensillado
la malacara nochera
por ser bastante campera
pa pechar y hacer costao.
Lo sacó de ojos tapao ,
en busca del campo abierto
y allí me entró el desconcierto ,
y sentí que por las venas
la sangre me corría apenas
pa mantenerme dispierto.

Y estuvo pronto el bagual,
Gonzalo y Pancho montados
esperaban enganchados,
pa salirle al animal.
Pocholo por el bozal,
a la yegua lo arrimó:
-”Salte nomás" me ordenó,
y ya estuve sobre el potro
y me empecé a sentir otro.
después que me alesionó.

Las riendas emparejadas
sobre las cruces até
y me le afirmé de fe
pa esperar las hamacadas.
Miré las clinas doradas
y el cogote del tostao ,
el me esperaba agachao
Y allí mismo, Dios me asista,
le destaparon las vistas
y salió de lomo arqueado.

Y ya quebré una sentada
y en la vuelta me buscó,
allí casi me sacó
y me hizo ver la charqueada.
Baqueano pa la cuerpeada,
se iba siempre a lo mas fiero
clavé la espuela ligero,
hasta que en una gambeta,
le hice sonar la paleta
con lo sobao del talero.

Y fueron unos guascazos
y le armé la gritallada;
la sangre de alborotada,
me galopeaba en los brazos.
Aguanté otro cimbronazo
bien sentao y castigando,
de a poco me fue llevando,
hasta dejarme en las cruces
me descargó por el tuze
y se alejó corcoveando.

Y así fue por vez primera,
que me ha horqueteado un melenudo,
y aura quedé corajudo
pa un hasta por la clinera...
Por muchos años Dios quiera
sigan estas tradiciones,
y que en todas las regiones
haya siempre algun lugar
donde ensillar un bagual
pa aguantarle los cimbrones.


https://youtu.be/txFTwAH_YeE?si=GNIgnfustfNSy2RF


marzo 22, 2023

Pelegrino Torres La leyenda del MATASIETE


 La leyenda del MATASIETE 


“ Que se jué la china, paisano no importa;

 yo soy de los hombres que saben sufrir, 

el q’es de esperencia, las pena soporta

 y va sin temores p’ande deba dir”.

 “Q’está con el hijo de un rico estanciero 

y que tiene muchos que lo han de cuidar,

 yo siempre ando solo no tengo ladero,

 por nada mi güella la voy a desviar”.

 “ Con naides me meto, yo no quiero enriedo, 

salvo que lo quiera la fatalidá; 

eso, sí, que sepan, que no tengo miedo

 y que aflojo, sólo por necesidá”. 

Así habló un paisano que por el camino 

de la feria al rancho a un vecino halló, 

el que expresamente a alcanzarlo vino 

y la mala nueva le comunicó. 

Hay un arroyito que fiero arremete

 y más de un invierno ya se desbordó,

 todos lo conocen por el Mata-siete 

pero nadie sabe quién lo bautizó. 

Muchos aseguran que aparecen luces 

y más de un valiente se atemorizó, 

donde antes había como siete cruces 

que una gran creciente las arrebató. 

Y también se dice que a un gaucho resero 

una noche oscura y en ese lugar, 

por orden del hijo de un rico estanciero 

un grupo, a mansalva, lo vino a matar. 

Resultó el más guapo de la paisanada, 

sin temor alguno los peleó a facón; 

los siete cuatreros no le hicieron nada; 

tan sólo la pena, le hirió el corazón.

Foto de URUGUAY POR DENTRO


LA PAYADA PELEGRINO TORRES

 La P a y a d a 



Sonaron las guitarras, 

y dos gauchos cantores

 la clásica milonga 

hicieron florecer 

y en la payada criolla

radiante de valores, 

salía entrelazada 

un alma de mujer. 

Era la criolla linda 

por todos codiciada, 

la que encendía el cerebro 

de cada contendor 

y allí estaba reunida, 

del pago, la mozada 

a ver en lucha 

franca quién era el triunfador. 

Brillaba un pensamiento 

prendido en cada arpegio 

poniendo de relieve 

la dote intelectual 

y aquello resultaba

 un dulce florilegio de ingenio, 

de armonía y amor tradicional. 

Lucharon con denuedo 

en lírica ascendente, 

porque una gran promesa 

de amor les inspiró

 y proclamando el triunfo 

al más inteligente entre ambos, 

la payada entonces terminó. 

Un viejo de experiencia 

que vino a dar el fallo, 

después que las guitarras 

dejaron de vibrar

 les dijo seriamente: 

Yo diferencia no hallo, 

ahí tienen dos facones 

si quieren continuar. 

— No acepto — dijo uno— 

hacer chispear los fierros 

los criollos a conciencia, 

jamás deben matar, 

y reprochaba el otro, 

los hombres no son perros 

y puesta la contienda por mi puede quedar. 

La moza se abrió paso 

por entre el paisanaje 

y bella y arrogante les dijo:

 — Atiendanmé! 

ante ese gesto noble yo rindo

 mi homenaje jurando

 que con nadie jamás me casaré. 

Pasaron muchos años

 y la criolla ladina 

“quedó pa vestir santos” 

no se quiso casar 

ahora ya es viejita

 y la mejor vecina de los viejos amigos 

que supieron cantar.

marzo 21, 2023

Pelegrino Torres

 

Gauchada

Se halló una mujer herida,

se estremecieron los jueces

porque ella misma

no supo explicar

quién la atacó

pero un paisano del pago,

a los muy poquitos meses

sin que nadie lo llamara

confesando se entregó.

-Yo soy señor comisario

el hombre que usted buscaba

y no terminé con ella

de pura casualidad

cuando un amigo me dijo

que era falsa y me engañaba.

pero una causa imprevista

me reveló la verdad.

Así que vos sos el hombre

que quiso hacerse el gracioso

atacando a una indefensa

que nadie la protegió

a los maulas de tu laya

los espera el calabozo

páselo nomás sargento

que el asunto terminó.

Comisario, una palabra,

lléveme ande está internada

y allí póngame los grillos

pa pagar mi ingratitud

debo arrustrar mis cadenas

cerca de mi bien amada

y purgando mi delito

velar quiero su salud.

Y después de algunos meses

comentaron sus amigos

que muy feliz y contenta

una pareja gentil

tomada fuerte del brazo

llevando cuatro testigos

del hospital se alejaba

rumbo al registro civil.

Es esa la raza criolla

que un canto a la vida entona

con un inmenso bagaje

de gloria y de tradición

a impulsos de su hidalguía

el gaucho mata o perdona

según hieran su amor propio

o muevan su corazón.

Pelegrino Torres


 

A orillas del Olimar Victor Lima

 

Hay ríos que hoy son ausencias

en mi destino de andar y andar,

pero ninguno me dio esa cosa

que solo tiembla en el Olimar.


Vestida de azul profundo

su agüita cumba cantando va.

Qué lindo suena en las tardecitas

arrobaditas de zucará.



Cuando mueran los caminos

que sueñan, andando yo,

que junto al dulce Olimar querido

se vuelva tierra mi corazón.


Hay ríos que andan y sueñan

y cantan cumbas como el que más,

pero ninguno me dio esa cosa

que solo tiembla en el Olimar.


Hay cosas de vez en cuando

que sin quererlo me hacen pensar,

pues se me van corazón adentro

y allí se quedan, como a soñar.


octubre 11, 2017

APRENDAN MUCHACHOS


 En este tiempo en que estamos,
en que tan fácil se olvida,
dejando correr la vida
sin saber ni donde vamos;
es justo nos detengamos
un instante a meditar,
y entremos a reflexionar
sobre costumbres de ayer,
hoy debemos aprender
para mañana enseñar.

Aprender muchachos de ahora
nuestras bellas tradiciones
y a nuevas generaciones
transmitirles sin demora;
lo viejo ha de ser aurora
en los días que vendrán,
auroras que inundarán
el alma del colorido
de costumbres que se han ido,
pero que muertas no están.

Para ello hay que revivir
el amor patrio primero,
inequívoco sendero
que los debe conducir;
amen, no dejen morir
lo que les dará expansiones,
amen como aman los leones
la selva en que han nacido,
¡que no sé si sus rugidos
no son amantes canciones!

Una guitarra encordada
jamás les debe faltar,
pues ella alcanza a llegar
al alma en toda jornada;
que no haya nadie ni nada
que la pueda ensombrecer,
y está en ustedes hacer
que brille y que vibre más,
porque no ha de ser la jazz
la que la haga enmudecer.

Lo nativo hay que inculcar,
tomarlo sagradamente,
con la fe con que el creyente
se acerca al pie del altar;
y hasta en el aula escolar
debía ser obligación
enseñar el pericón,
danza de música bella,
para que deje una huella
de Patria en el corazón.

Aprendan nuestras canciones
que nunca causan desdoro,
ellas son el hilo de oro
que bordan las tradiciones;
tengan algunas nociones
de la doma, esquila, yerra,
descubran lo que se encierra
en los trabajos camperos,
¡no parezcan extranjeros
estando en su propia tierra!

Por eso, aprendan siquiera
los que estén en ese ambiente,
y podrán ser exponente
de sabiduría campera;
sepan lo que es la mancera
y el timón del arado,
lo que es el pelo colorado
distingan del doradillo,
cuándo es sabino el tordillo,
qué es rabicano manchado.

En éste país que ha sido
cuna de gauchos camperos
y que en tropillas y aperos
hubo lujo desmedido;
casi ha desaparecido
lo que aquí estoy recordando,
y en los que se vienen criando
en los trabajos del suelo...
¡hay quien no conoce el pelo
del pingo que está motando!

Aprendan a conocer
campos, haciendas, cereales,
pastos y cosas rurales
que han hecho el país florecer;
¡y no olviden el deber
en que están de repudiar
al que en vez de trabajar
viene de algún suelo extraño,
como embajador del daño
a corromper y agitar!

La reacción será lograda,
pero tras lucha constante,
con el Himno por delante
que es la patria condensada;
y sin más arma ni espada
que patrióticos ideales,
soldados espirituales
sean para defender...
¡muros que quieren caer
se sostienen con puntales!
Gualberto Marquez

MI TROPILLA

En la estancia "El Ensueño"
fue su encanto y maravilla,
una mentada tropilla
que seleccionó mi empeño.
Fui yo, sin jactancia, el dueño
de esa tropilla que fuera
la mejor que conociera
el pago de mis pasiones
y había allí sin pretensiones
del pelo que usted pidiera.

Tuve un zaino y un lobuno,
un moro y un colorao,
un bayo, un blanco, un tostao,
un overo y un cebruno,
pero mejor que ninguno
aquél bagual pangaré,
que yo mesmo lo amansé
y tan bueno me salió
que el día que se murió
de pena casi lloré.

Tuve un pampa y un tordillo,
un gateao, un rabicano,
un azulejo, un ruano,
un manchao y un doradillo,
entre ellos tuve un rosillo
que rematé en el poblao,
que sin haberlo aprontao
le gané siendo contrario,
al pingo del comesario
que naides le había ganao.

Tuve un overo rosao,
un alazán, un picazo,
que pa cualquier tiro'e lazo
nada mejor he encontrao.
Un malacara bragao,
voluntarioso y seguro,
y pa salir de un apuro
huyéndole al alboroto,
tuve un overo poroto,
un tobiano y un oscuro.

Tuve un tordillo sabino
como pescao pa nadar,
baquianazo pa cruzar
arroyo con remolino.
Como luz en el camino
muchas veces lo apronté,
muchas carreras gané
y el día del baile una moza,
del pago la más hermosa
el bagual le regalé.

¡Ah!, todo ha terminao
en mi enlutada tapera,
no hay ni una garra siquiera,
bozal, riendas ni recao.
Sólo un matungo prestao
suelo andar en ocasiones,
ya ni canto en los fogones,
mis alegrías se fueron:
y mis caballos murieron
igual que mis ilusiones.


FOTO TROPILLA ESTABLECIMIENTO LA LUCILA