agosto 28, 2010

ELIAS REGULES- Contestacion a Julian Perujo y el viejo Calisto

(setiembre 11 de 1895)

Con generosa atención

Y a una fineza exquisita,

Me piden una cuartíta

Para prenderla al Fogón

Esa hidalga petición

Es un recurso al nudo

Pues, el empuje morrudo,

De la yunta delantera

Basta y sobra donde quiera

Para salir de un peludo.



Ustedes que, en vigor pleno,

En mucho pago han corrido

Y á la raya se han venido

Haciendo temblar el freno

Ustedes que tiempo bueno,

Han dado en toda ocasión,

Y que tienen con razón

Fama vieja y pistonuda,

No necesitan la ayuda

De un potranco barrigón.



Pero, por corresponder

A tan honroso pedido,

Que debe ser recibido

Con espontáneo placer,

Me empezaré á componer

Poniendo cuidado y tino,

Y aunque el éxito adivino

Yá que el momento me obliga,

Levantaré la barriga

Para evitar en el camino.



Lo que yo pueda pintar,

Con deslucidos colores,

De los gigantes actores

Que aquí supieron brillar,

Lo que conviene enseñar

A los nacidos de ayer,

Lo que se debe ofrecer,

Lo que se puede decir,

Hay que saberlo sentir

Para llegarlo á entender.



Nadie levanta al gauchaje,

Entre la ciudad florida,

Como bandera atrevida

De propaganda salvaje,

Se hace como un homenaje

Merecido y natural

A la ley universal.

Que impone sin condiciones

Tener vivas afecciones

Por el suelo nacional.



En el poncho y en la bota

Y en el cinto y en la espuela

No vá encerrada un escuela

De barbarie ó de chacota,

Vá un recuerdo persistente

Que, para honor del presente,

Las grandes prendas demuestra

De una raza, que es la nuestra,

Viva, sensible y valiente.



Yo elogio la ilustración

Y á sus ventajas me amparo,

Como lo prueban bien claro

Mi vida y mi profesión

Pero la alta perfección

Que en la cultura se encierra

No ha sido grito de guerra

Para matar en mi pecho

El gusto franco y derecho

Por las cosas de mi tierra.



El verdadero adelanto

Con la positiva ciencia

Debe nutrir la tendencia

Que dá un sentimiento santo,

Y sí, con cruel desencanto

Falsa civilización

Pide su condenación,

No hay que aplaudir la proeza

De alimentar la cabeza

Marchitando el corazón.



Ya ven que no me lastima

El que con golpe de clavo

Me diga gaucho, algún pavo

Para ponérseme encima.

Llevo templada la prima

Y no me pienso asustar,

Ya termine de ensillar,

Tango la rienda en las manos,

Que suene el clarín paisanos

Y empecemos á marchar.

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