Dende que era
muy pichón
Yuyei con el
brasilero
Se repartían
los cueros
Pa ´dormir en
el galpón.
Cuantas
noches, en el fogón
Le dijo con
voz sentida,
en esas noche
perdidas
Estando solos
los dos:
“yo quiero
que quede en vos
Lo que yo
aprendí en la vida”.
Nunca vayas a
sacar
Las botas a
un caballo muerto
Sin antes
saber de cierto
De que murió
pa´ cueriar,
Que es fácil
de contagiar
El carbunclo,
el grano malo.
Primeramente
oservalo:
Mal de
pajarilla o mancha
Le deja la
jeta ancha
Y las patas
como palo.
Si hay
peligro microbiano
Hasta después
de la muerte
El chimango
te lo alvierte
Al dejarle el
ojo sano.
En esos
casos, hermano
Resulta muy
conveniente
Lo quemés
urgentemente
No dejando ni
el recuerdo;
Si murió pa´l
lao izquierdo
Y la cabeza
al naciente.