agosto 24, 2013

MI CABALLERO- JOSE MARTI

Por las mañanas
Mi pequeñuelo
Me despertaba
Con un gran beso.
Puesto a horcajadas
Sobre mi pecho,
Bridas forjaba
Con mis cabellos.
Ebrio él de gozo,
De gozo yo ebrio,
Me espoleaba
Mi caballero:
¡Qué suave espuela
Sus dos pies frescos!
¡Cómo reía
Mi jinetuelo!
Y yo besaba
Sus pies pequeños,
¡Dos pies que caben
En solo un beso!

MILONGA DE DOS HERMANOS- JORGE LUIS BORGES

Traiga cuentos la guitarra
de cuando el fierro brillaba,
cuentos de truco y de taba,
de cuadreras y de copas,
cuentos de la Costa Brava
y el Camino de las Tropas.

Venga una historia de ayer
que apreciarán los más lerdos;
el destino no hace acuerdos
y nadie se lo reproche
ya estoy viendo que esta noche
vienen del Sur los recuerdos.

Velay, señores, la historia
de los hermanos Iberra,
hombres de amor y de guerra
y en el peligro primeros,
la flor de los cuchilleros
y ahora los tapa la tierra.

Suelen al hombre perder
la soberbia o la codicia:
también el coraje envicia
a quien le da noche y día
el que era menor debía
más muertes a la justicia.

Cuando Juan Iberra vio
que el menor lo aventajaba,
la paciencia se le acaba
y le fue tendiendo un lazo
le dio muerte de un balazo,
allá por la Costa Brava.

Así de manera fiel
conté la historia hasta el fin;
es la historia de Caín
que sigue matando a Abel.

MILONGA PARA UN ORIENTAL- J.L.BORGES

Milonga que este porteño
dedica a los orientales,
agradeciendo memorias
de tardes y de ceibales.

El sabor de lo oriental
con estas palabras pinto;
es el sabor de lo que es
igual y un poco distinto.

Milonga de tantas cosas
que se van quedando lejos;
la quinta con mirador
y el zócalo de azulejos.

En tu banda sale el sol
apagando la farola
del Cerro y dando alegría
a la arena y a la ola.

Milonga de los troperos
que hartos de tierra y camino
pitaban tabaco negro
en el Paso del Molino.

A orillas del Uruguay,
me acuerdo de aquel matrero
que lo atravesó, prendido
de la cola de su overo.
Milonga del primer tango
que se quebró, nos da igual,
en las casa de Junín
o en las casa de Yerbal.

Como los tientos de un lazo
se entrevera nuestra historia,
esa historia de a caballo
que huele a sangre y a gloria.

Milonga de aquel gauchaje
que arremetió con denuedo
en la pampa, que es pareja,
o en la Cuchilla de Haedo.

¿Quién dirá de quiénes fueron
esas lanzas enemigas
que irá desgastando el tiempo,
si de Ramírez o Artigas?

Para pelear como hermanos
era buena cualquier cancha;
que lo digan los que vieron
su último sol en Cagancha.

Hombro a hombro o pecho a pecho,
cuántas veces cometimos.
¡Cuántas veces nos corrieron,
cuántas veces los corrimos!

Milonga del olvidado
que muere y que no se quejda;
milonga de la garganta
tajeada de oreja a oreja.

Milonga del domador
de potros de casco duro
y de la plata que alegra
el apero del oscuro.

Milonga de la milonga
a la sombra del ombú,
milonga del otro Hernández
que se batió en Paysandú.

Milonga para que el tiempo
vaya borrando fronteras;
por algo tienen los mismos
colores las dos banderas.

julio 22, 2013

Lo que dice una guitarra. Atahualpa Yupanqui

Entre el callao sabedor
Y el que no sabe y conversa
No se precisa mucho
Pa’ ver la gran diferencia.

Cuando suena una guitarra
... Diciendo cosas del campo
Su música pa’ los criollos
Tiene un acento sagrado.

Yo canto cosas pasadas
En mi vida y en mi tierra
A nadie pido silencio
Sino al que sabe de pena.

Lo que dice una guitarra
No lo compriende cualquiera.

Las botas de Secundino. Hector Umpierrez

Que cosa tiene el destino
... ayer, pendiendo de un gancho
bajo el techo de un rancho
de un viejo Gaucho Argentino
las botas de Secundino
me hiciera e un crudo enteco
con que lujo cerró el hueco
del pié con botón de ombligo
me las guardaba un amigo
en San Antonio de Areco.

Me dijo el viejo al sacar
las botas criollas del gancho
que bajo el techo e´su rancho
me las supo guardar
no me las quizo mandar
por miedo que se perdieran
me pidio que se las pusiera
en sus manos Secundino
aura tienen su destino
despues de una larga espera.

Cuando las puso en mi mano
senti como un no se que
un rezo corto ensallé
por el alma del paisano
pense que desde el arcano
me miraba Secundino
pero al volver al camino
pa´mi pago de regreso
le deje en sus manos un beso
al viejo Gaucho Argentino

Que guardo con tanto esmero
pa´mi, el regalo de un muerto
madurao en el abierto
territorio CHUBUSERO
desde que tengo aparcero
ese obsequio campesino
ahi ando por los caminos
con las patas engarradas
con unas botas sobadas
por el viejo Secundino !!!!!!!

julio 07, 2013

INSOMNIO- JOSE ALONSO Y TRELLES

ES DE NOCHE, PASA
REZONGANDO EL VIENTO
QUE DUEBLA LOS SAUCES
CUASI CONTRA EL SUELO.
Y EN EL FONDO ESCURO
DE MI RANCHO VIEJO
TIRAO SOBRE EL CATRE
DE LECHOS DE TIENTO,
AGUAITO LA HORAS
QUE HAN DE  TRAIRME EL SUEÑO.
Y LAS HORAS PASAN
Y NI YO ME DUERMO,
NI DUERME EN LA COSTA
DEL BAÑAO EL TERO
QUE OCASIONES GRITA
 NO SE QUE LAMENTOS
QUE EL CHAJÁ REPITE
DENDE AYÁ MUY LEJOS
..........................
¡PUCHA QUE SON LARGAS
 LAS NOCHES DE INVIERNO!
A TRAVÉS DEL TURBIO
CRISTAL DEL RECUERDO
VAN MIS AÑOS MOZOS
PASANDO MUY LENTOS.
Y DISPUÉS, QUE GOZO
SI A VIVIRLOS GUELVO,
PENSANDO EN LOS DE AHURA
NO SÉ LO QUE SIENTO....
NOVIYOS SIN GUAMPAS,
YEGUAS SIN CENCERROS,
POTROS QUE SE DOMAN
 A FUERZA E CABRESTO
BRETES QUE MATARON
LOS LUJOS CAMPEROS
GAUCHOS QUE NO SABEN
DE VINHA Y CULERO.
PATRONES QUE EN AUTO
VAN A LOS RODEOS....
...........................
¡PUCHA QUE SON LARGAS
 LAS NOCHES DE INVIERNO!
LA PUERTA DEL RANCHO
TIEMBLA PORQUE EL PERRO
TIRITA CONTRA ELLA
DE FRÍO Y DE MIEDO...
TUITO ES HIELO AJUERA,
TUITO ES FRÍO ADENTRO,
Y LAS HORAS PASAN
Y YO NO ME DUERMO;
Y PA PIOR EN LO HONDO
DE MI PENSAMIENTO
BRIYAN ENCENDIDOS
DOS OJOS MATREROS
QUE PERSIGO AL ÑUDO
PÁ QUEDARME EN ELLOS...
SON LOS OJOS BRUJOS
QUE OLVIDAR NO PUEDO,
PORQUE YA PA` SIEMPRE
ME HAN ROBAO EL SUEÑO.
..............................
¡PUCHA QUE SON LARGAS
LAS NOCHES DE INVIERNO!!

julio 03, 2013

MANOS ASPERAS- EMILIO CARLOS TACCONI

Tengo las manos ásperas,
pero hay pan en la mesa,
tengo las manos ásperas,
pero hay luz en la casa.

Tengo las manos ásperas,
me honra su aspereza ,
porque así fueron todas,
las gentes de mi raza.

No me avergonzó nunca
mi heredada pobreza,
ni me achico tampoco
la humildad de mi traza.

Tengo las manos ásperas,
pero hay vino en la mesa,
tengo las manos ásperas,
pero hay paz en la casa.

Mientras en ricos guantes,
tu, las tuyas enfundas,
yo, por llenarme, todo
de asperezas fecundas,
quisiera veinte manos,
en lugar de estas dos.


Pues, si pulir un rumbo
me dejó tales huellas,
después de haber pulido,
la luz de las estrellas,
¡que ásperas las manos,
le habrán quedado a Dios!