agosto 21, 2012

CHARRUA - WENCESLAO VARELA

No te has muerto del todo indio clinudo
mientras haigan poetas en mi tierra;
tu alma de piedra se ganò a la sierra
...
ande habitaba el puma corajudo.

Te dormiste una noche en los pajales
filoso nido de la gaucha flora,
dende esa noche,por tu ausencia llora
el toldo "abanderao" de los juncales.

Senior de las quebradas,sin religiòn ni Dios,
como el asta de tu lanza tuviste que quebrarte!
te vieron las estrellas como en ruego inclinarte
sobre la cruz de un potro clinudo como vos.

De vencido traìas tu altiva frente baja.
Y en tu cobrizo rostro,disenios de derrota.
Quebrada la tacuara,las boleadoras rotas,
y te echaste a dormir sobre las pajas.

Tus potros sobre el lomo,otra raza no admiten;
tu sangre en margaritas por los llanos revienta;
tu alarido salvaje,las gargantas sedientas
de jaguares alzaos aùn lo repiten.

Las tacuaras te esperan con tristona esperanza.
Te hacen guardia de honor mirando al cielo,
esperando seguro,que te alcès desde el suelo
y elijàs la màs larga pa enhebrar una lanza.

Ya vencido pa siempre en la lucha bravìa,
con las ansias salvajes de la muerte,
tu boliadora'e piedra la tiraste tan juerte
que aura luce mi cielo,tres Marìas.

PESIMISMO- WENCESLAO VARELA

Yo soy la noche asomada
a un destino anochecido,
cuando el ave busca el nido,
...
del ancho espacio cansada.
Dejé de ser alborada
de sonrosado color.
tallo, hoja, capullo, flor,
mariposa hecha de seda.
Me queda el algo que queda
de lo que fue fe y amor.

Me duele mi ayer vacío
de horizontes sin violar;
lo que no pude alcanzar
con un sueño claro y mío.
Quise, como viento y río,
cantar,cantar y correr,
esperar mi anochecer
el alma de pie en la altura,
viendo mi dicha futura
en mis hijos florecer.

Y nada. Sobre la tarde
de un vivir de mala suerte,
siento próxima la muerte
con el ánimo cobarde.
Pese que en mi adentro arde
el don macho de luchar,
siento la sombra llegar
silenciosa, triste y grave,
como las alas de un ave
que da vueltas por posar.

Y me da pena dejar
tantas cosas empezadas
en cansadoras jornadas,
en un mediano empezar.
En mi largo cavilar
a solas en mi tapera
saturé mi vida entera
con sueños irrealizables,
sobre abismos insondables
y alucinadas quimeras.

MI FOGON- WENCESLAO VARELA

Mi fogón es magnífico !
Le ha copiado al diamante las facetas
para mentir colores milagrosos;
...
aún apagándose, parece estrella.
Lo he mirado en las noches invernales
- las noches de tormenta-
cuando encendidos hilos, culebreando
rasgan la sombra inmensa,
parecerse a la noche. Entre las brasas
relampaguea también y también truena.
Al romperse el carbón de sus tizones,
una aurora boreal se enciende y tiembla;
la más lindas de todas las auroras
y más multicolor de todas ellas.
Hay, entre el fogón de mis desvelos
plenilunios enteros y diademas,
de esas que ponen a las novias vírgenes
las hadas hechiceras,
que en "Las mil y una noches" bogar hacen
misteriosos navíos de oro y perlas.
Pero, además, es mi fogón tan bueno !
que a mi familia su calor congrega,
y Dios viene a sentarse al centro mismo
de la paz hogareña.

LE TENGO RABIA AL CAMINO - WENCESLAO VARELA

FOTO DE EDUARDO AMORIN
Cuendo me vine,el camino
no jué más mi compañero...
tu adiós se gastó en el aire
de temblar en tu pañuelo.

La noche se echó en el campo
pa escurecer tu recuerdo
y al depertarse los astros
los pájaros se durmieron.

Y hallé el camino tan solo,
tan borroso de silencio,
que ví en el rumbo la ausencia
y dientré a tenerle miedo.

La noche,de tan oscura
me hacía mirar pa'dentro
y veía el pájaro blanco
de tu adiós temblando al viento.

Después,enredé en las cuerdas
de mi lira tu recuerdo;
endulcé la ausencia en música
y canté tu nombre en versos.

Pero jamás el camino
volvió a ser mi compañero
porque me cansó de largo
y es por eso que no guelvo.

Regresar,por esa víbora,
que me alejó de tus besos?
y avejigó el pingo moro
pa separarnos por tiempo?

Yo lo bordaba en chiflidos
en mis noches de tropero
cuando con lluvia de luna
se mojaba el campo inmenso-

Y encabezaban los postes
tristes lechuzas sin sueño...
Yo lo quería de entonces
pero nunca más lo quiero.

Porque se alargó una tarde
hasta borrar tu pañuelo,
pájaro blanco que aún vuela
en la región del recuerdo.

ANDRESITO- WENCESLAO VARELA

Guitarras de los fogones
que los Artigas prendieron,
y a tu cordaje encendieron
...
sus patrióticas canciones:
deja que floten tus sones
por sobre el campo infinito,
como un legendario grito
de agrio dulzor guaraní,
para Andrés Guacararí,
el temerario Andresito.

Cuentan que la noche oscura,
ancha en el campo salvaje,
por llegar como un mensaje
abrió a facón la espesura.
Ingénita su bravura,
fue gaucho y guerrero nato;
usó el sigilo del gato
en peligrosos lugares,
y aprendió de los jaguares
a rumbear por el olfato.

El que en tarde hechicera
suelta al viento la melena,
a empuje de nazarenas
golpeó a potro las trincheras,
y se tendió en las laderas
desperdiciando coraje,
flotando sobre un oleaje
de ponchos y redomones,
sacó a lazo los cañones
igual que un toro salvaje.

Un poncho de seda,
vidalitay,
cubre mi guitarra.
Tiene nueve listas,
vidalitay,
azules y blancas.
Si hallás a Andresito,
vidalitay,
perdido en mi patria.
Te he de hacer un nido,
vidalitay
con sus nueve franjas.

Buscalo en los entreveros
que en las noches invernales,
arreando negros baguales
hacen silbantes pamperos.
Puede andar en los esteros
o junto al salto rugiente,
o la laguna durmiente
en la quieta noche clara,
enhebrando a su tacuara
puntuda luna en creciente.

EL RELINCHO- HECTOR UMPIERREZ

foto de Eduardo Amorín


Lindando el pago de Flores
Esta el Paso del Cautivo
Donde de un tiempo a esta parte
Dicen que oyen los vecinos
Al rayar la medianoche
Un estridente relincho
Que hace estremecer al pago
Y todo su rancherío

A esa hora la perrada
Con sus lúgubres aullidos
Puebla el silencio nocturno
Como un presagio sombrío
Que hace crecer el misterio
Que reina entre los vecinos

Y si alguno sale afuera
Apenas se escucha el ruido
De raudos cascos cruzando
El pedregal del cautivo
Y cuando un caballo alado
Se esfuma en el infinito
Queda un silencio de muerte
Al apagarse el relincho
.
Más de una vez no falto
Algún paisano que dijo
-“pa mi es caballo de tropilla
Que anda buscando el sonido
Del cencerro que perdió
Por estar lejos del sitio
Cuando tal vez entre sombras
Algún cuatrero ha venido
Y le enmudeció el badajo
Pa echar la yegua al camino
Y cuando se encontró solo
Salió como enloquecido
En busca de su cencerro
Desparramando relinchos”.

Cuando por ahí se reúnen
Los paisanos del cautivo
Y entran a mentar leyendas
De luces y aparecidos
Entre relato y relato
Siempre aparece el relincho
Y no hay uno que no diga
Que el también no lo ha sentido

Pero ninguno asegura
Que al caballo lo hayan visto
Aunque todos lo imaginan
Yo no sé por qué motivo
De cola y de crina entera
Y un pelaje renegrido

Dijo un viejito tropero
-“si habremos andao caminos
Con el dueño del caballo
Que asombra con sus relinchos
Como Dios junta a las almas
Allá en su reino divino,
No cabe duda que es,
Ni se precisa decirlo
Que el alma de aquel caballo
Que fuera tan conocido
Y famoso como aquel
Que monto Martin Aquino
Es el Moro de Varela,
Sabiendo que aquí ha nacido
Busca el alma de su dueño

agosto 10, 2012

El cuñado y el bagadú-


Cuento  de Jose María Obaldía de “Veinte mentiras de verdad”


Los domingos, de mañana temprano, con distintos rumbos y destinos, la gente abandonaba la estancia vieja. La cocina, entonces, quedaba tapera, ya que don Brígido, que excepcionalmente salía, no entraba en ella. Hacía su trabajo de “guasquero” y luego mateaba en el galpón o afuera, bajo la fresca sombra de un molle de las sierras, según fuera el tiempo. Pero, a veces, no todos salían. Es que no habiendo una diversión especial, estaban siempre el monte y el río, cercanos y generosos, donde se podía pescar, churrasquear, pitar y hasta echar una siesta bajo una fresca sombra.

-¡Te echás panza arriba a pitar y sos un jefe!

-¡Panza arriba y panza llena!

Y con esa perspectiva en su inmediato  futuro, ese domingo, cálido y luminoso, estaban junto al río en distintas funciones. Además del pitar que no interfiere con ninguna. Eustaquio lavaba sus ropas; Margarito había tirado los aparejos.

-No sé para qué trajiste esas líneas. A estas horas no pican ni los mosquitos.

-El buen pescador pesca a cualquier hora. Y si no pican lo mismo zambullo y salgo con ellos abrazados.

-Ah, sí...como el pariente de don Telmo que cazaba pato bajo el agua.

Se recordó y festejó en general el cuento de don Telmo con detenciones en los aspectos más salientes.

-¡Y era meta atar patitas el loco viejo!

-¡Y estaba lo que quería abajo el agua!

Don Brígido estaba en la lidia del asado. En apariencia indiferente a la conversación pero siempre atento y listo para hacer su entrada.

-Bueno, pa’ marguyir y aguantar bajo el agua yo tengo un pariente que no es manco. Un cuñado. Casado con Manuela, mi hermana.

-Pero mire que el primo de don Telmo, estuvo media hora lo menos.

-A mi cuñado no le sacaron tiempo. Pero se nadó lo menos dos leguas bajo el agua. De Paso de Píriz a Vergara, si no hay dos leguas por el arroyo Parao, no hay menos.

-¿Dos leguas bajo el agua? ¿Y...por una jugada?

-No señor. Por un bagadú. Mi cuñado estaba pescando y por un bagadú se hizo la prueba.

-¿Cómo fue, don Brígido?

-Bueno. Por el pique él vio que era una bagadú que es pescado muy cabortero. Le tironeaba cortito sin disparar. Y cuando sacaba la línea estaba el anzuelo pelado. Ansina estuvo un rato. Erró como cuatro mosquetes, hasta que al final se calentó. Encarnó, se desnudó y tiró el aparejo.

-¿Y para que se desnudó? ¿Por cábula?

-Ahora van a ver...El bagadú empezó a tironear despacito y mi cuñado le dio piola. Volvió a tironear y otra vez le dio piola. Y Ansina hasta que se le concluyo la línea. Entonces, cuando el bagadú tironeó otra vez, mi cuñado se tiró al agua, zambulló y tocaron los dos rumbo a Vergara. Siempre en el mismo tombo: el bagadú tironeaba y mi cuñado nadaba. Los dos despacito. Y Ansina fueron rato largo.

-¡Qué lo peló al cuñado! ¡Está pa’ la risa el pariente de don Telmo!

-Repente mi cuñado le cambió la vuelta al bagadú. Empezó a nadar más ligero y a írsele por la línea. Ansina otro rato. Hasta que ya estaba con ganas de aflojar. Pero es hombre de mucho capricho y se aguantó y siguió arrimándose por la piola. Repente, cuando ya creía que estaba cerquita del bagadú, lo agarró una correntada fuertaza debajo del agua.

-Remolino, tal vez.

-Qué remolino si era por derecho.  Y cada vez mas fuerte la correntada. Mi cuñado ya se estaba jaboneando, hasta que en una...lo encandiló la luz de golpe y cayó de cabeza en una pileta machaza que había en el hotel de Vergara. Había entrado en los caños del agua corriente del pueblo. La suerte que abrieron la canilla. Si no se muere ahogado entre el caño. ¡Abrazado con el bagadú cayó..!!!