febrero 21, 2012

EL FACON

El facón, de hoja muy larga, con filo de un lado y un pequeño contrafilo en la iniciación del lomo, era arma de combate; entre la hoja y la empuñadura solía tener un travesaño de metal o gavilán, de diversas formas, que defendía la mano de los cortes. El facón podía ser reemplazado por la daga, de menor longitud, con filo y contrafilo total, sin gavilán o con uno muy pequeño. Algunos facones llegaban a medir hasta setenta y cinco centímetros de largo.
Tanto el cuchillo como el facón y la daga, se enriquecían con mango y vaina de plata o de plata y oro, según las posibilidades de sus dueños.

A veces, el facón o daga era largo casi como una espada y resultaba incómodo para llevarlo en la cintura, sobre todo, andando a caballo.



El inconveniente se obviaba colocándolo en el recado, entre las caronas y sobre el lado de montar; por eso, se le daba el nombre de "caronero", denominación que corresponde también al cuchillo o facón corto que solía esconderse entre las mismas, a modo de reserva para ciertos casos

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