febrero 21, 2012

La rastra

La rastra, que cerraba su parte delantera, es una de las prendas gauchas que subsisten aún y quizá la que goza de mayor aceptación. Reemplaza la hebilla común de nuestro cinturón y consiste en una chapa de metal -níquel, plata u oro- de diversas formas, unas veces grabado y otras calado, monogramas hasta el nombre del dueño.

De argollitas soldadas en la parte inferior de la chapa, salen repartidas por mitades, a derecha e izquierda, ramales -cadenitas o trabas articuladas- terminados en una especie de botón que suele ser una moneda de plata o de oro, un escudo, una flor, etc.; estos botones se abrochan en los ojales correspondientes en los dos extremos del cinto, con lo que este queda sujeto y cubre el ceñidor o la faja.




Por lo que respecta al tamaño y el peso, hubo rastras de todas las magnitudes, de acuerdo con el gusto del interesado o con el volumen de su cuerpo.

Igual variedad debe anotarse en lo referente a los motivos decorativos de su labrado

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