junio 23, 2012

Caballos traidos por Hernan Cortés

Caballos de la conquista de América.

Cuando Cortés (1485-1547) se embarcó en febrero de 1519 para emprender, en lo que hoy es México, su gran aventura, lo hizo con once navíos, más de 500 soldados, cerca de 100 marineros y dieciséis caballos. Éstos fueron repartidos en los distintos navíos siendo el detalle de los mismos el siguiente:

Capitán Cortés, un caballo castaño zaino, que luego se le murió en San Juan de Ulúa.
Pedro de Alvarado y Hernán López de Avila, una yegua alazana, muy buena, de juego y de carrera…
Alonso Hernández Puerto Carrero, una yegua rucia20 de buena carrera, que le compró Cortés por las lazadas de oro.
Joan Velásquez de León, otra yegua rucia muy poderosa, que llamábamos la Rabona, muy revuelta y de buena carrera.
Cristóbal de Oli, un caballo castaño oscuro, harto bueno.
Francisco de Montejo y Alonso de Avila, un caballo alazán tostado; no fue bueno para cosa de guerra.
Francisco de Morla, un caballo castaño oscuro, gran corredor y revuelto.
Joan de Escalante, un caballo castaño claro tresalbo22; no fue muy bueno.
Diego de Ordaz, una yegua rucia machorra, pasadera, y aunque corría poco.
Gonzalo Domínguez, un muy extremado jinete, un caballo castaño oscuro muy bueno y gran corredor.
Pedro González de Trujillo, un buen caballo castaño, perfecto castaño, que corría muy bien.
Morón, vecino de Bayamo, un caballo overo, labrado de las manos23 y era bien revuelto.
Baena, vecino de la Trinidad, un caballo overo, algo sobre morcillo24; no salió bueno para cosa ninguna.
Lares, el muy buen jinete, un caballo muy bueno, de color castaño claro, y buen corredor.
Ortiz el Músico, y un Bartolomé García, que solía tener minas de oro, un muy buen caballo oscuro que decían el Arriero. Este fue uno de los buenos caballos que pasamos en la armada.
Joan Sedeño, vecino de La Habana, una yegua castaña, y esta yegua parió en el navío…”.

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