Sobre la
desaparición del caballo en América, el naturalista Charles Darwin escribió:
«Es ciertamente un acontecimiento maravilloso en la
historia de los animales. que una especie nativa haya desaparecido para ser
sucedida, en épocas posteriores, por las innumerables manadas introducidas por
el colonizador español».
La
desaparición relativamente temprana de estos animales en el continente que fue
su cuna no es fácil de explicar. La fauna de una región puede desaparecer por un
cataclismo geológico. pero éste no fue el caso de los caballos. Otra razón
podría haber sido una gran sequía o una lluvia de cenizas, pero el bisonte en
Norteamérica y el guanaco en Sudamérica han sobrevivido a esas calamidades.
Pero lo más
probable es que no haya habido un solo motivo de extinción de los caballos sino
varios. Por ejemplo: en una región donde hubo sequías o fríos intensos durante
varios años, ante la escasez de pastos comerían hasta los tóxicos; o en una zona
donde sufrieron los efectos de una grave enfermedad, los sobrevivientes no
podrían haber aguantado los rigores climáticos durante algunos años. Pero
cualquiera haya sido la razón de su desaparición, no es un hecho extraordinario,
ya que hubo otros casos similares, como los de los gliptodontes y los de los
megaterios.
Es
interesante acotar que hubo especies que desaparecieron en estado salvaje y que
se salvaron de su extinción total gracias a que el hombre las domesticó. Entre
nosotros tenemos el ejemplo de la llama y la alpaca. La historia del caballo
(Equus caballus) no difiere mucho de las de los demás animales
domésticos. Su domesticación por varios pueblos neolíticos de Europa, Asia y A
frica lo salvó de extinguirse.
En cambio,
en América, el no ser domesticado por los pueblos primitivos provocó su
desaparición. En lo que se refiere a dónde comenzó la domesticación del caballo.
no se duda que tuvo lugar en sitios diferentes. Se conoce que 5.000 años antes
de la era cristiana el equino se domesticaba en la Siberia
sudoccidental.
También hay
pinturas rupestres en el sur de España que prueban que al iniciarse la época
neolítica ya había caballos domesticados. En el norte de África se sabe que se
domesticó de muy antiguo. Lo que debe quedar en claro es que el caballo se
originó en Norteamérica, donde se extinguió antes de que el hombre comprendiese
la utilidad de su domesticación, lo que sí entendieron los hombres de otros
continentes.
No hay
argumentos válidos que demuestren la existencia del equino en América al
momento de arribar Colón, pero sí de su desaparición hace varios miles de años.
En definitiva: las pruebas históricas, etnográficas, filológicas y
paleontológicas demuestran, sin lugar a dudas, la completa desaparición del
caballo americano en épocas remotas.
Fuente Consultada: Todo Es Historia Revista Nro. 315 Artículo de:
Andrés Carrazzoni
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